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Un aficionado saltó al campo durante el encuentro entre el Everton y el Manchester City en el estadio de Goodison Park y se encadenó al poste de una de las porterías, por lo que el juego estuvo detenido durante unos cinco minutos.
Cuando corría el minuto 40 del primer tiempo, con el 0-0 en el marcador, un aficionado saltó al césped y se aferró con unas esposas a uno de los postes de la meta que defendía el guardameta inglés del City Joe Hart.
Los miembros de seguridad del estadio se vieron obligados a llamar a agentes de la policía británica, que forcejearon durante cinco minutos con las esposas del aficionado hasta que lograron liberarle y sacarle del terreno de juego.
Los "citizens" buscaban los tres puntos en el Goodison Park para mantener su ventaja al frente de la liga inglesa, tres puntos por delante de sus vecinos del Manchester United, que a la misma hora se enfrentaban en Old Trafford al Stoke.