La cantante colombiana Shakira intentó demostrar este jueves, en su declaración como investigada por fraude fiscal, que no residió en España hasta 2015, cuando escolarizó a su hijo Milan y empezó a construir algo parecido a una “familia tradicional” junto al defensa del Barça Gerard Piqué.
Hasta entonces, era una “nómada sin raíces”, -así se definió ante la juez, que vivía lo mismo en Nueva York que en Bahamas que, ocasionalmente, en Barcelona. La cuestión es clave en la causa que afronta por defraudar 14,5 millones a Hacienda: la Fiscalía considera que, entre 2012 y 2014, ya era residente en España y debía pagar aquí sus impuestos, destacó el diario El País.
La artista está investigada por seis presuntos delitos contra la Hacienda Pública por un supuesto fraude de más de 14,5 millones (16,3 millones de dólares) en IRPF e Impuesto de Patrimonio (IP), a través de 14 sociedades en países como Islas Caimán, Islas Vírgenes Británicas y Panamá, y según fuentes del entorno de la cantante, ya ha pagado estos 14,5 millones.
En una declaración de una hora y cuarto, en la que Shakira solo respondió a su abogado, dio explicaciones pormenorizadas para justificar que pasó menos de los 183 días que se exige para ser residente en España, haciendo hincapié en los conciertos u otros eventos en los que participó en diferentes países, así como el programa televisivo «The Voice» en Estados Unidos.
En un comunicado, Shakira explicó que «ha cumplido en todo momento, incluyendo en el periodo comprendido entre 2011 y 2014, con sus obligaciones tributarias en todos aquellos países en los que ha trabajado (incluyendo EE.UU.) y no debe ninguna cantidad a la Hacienda española». Según dicho comunicado, al no existir ya deuda tributaria pendiente, «el único tema en discusión en este momento es sobre la correcta interpretación de la norma en torno a cuándo se inició la aplicación del criterio de residencia fiscal en España por parte de Shakira».
En su querella, la Fiscalía detalla que los asesores de Shakira crearon una “estructura societaria” en paraísos fiscales para ocultar sus ingresos. A preguntas de su abogado, la artista explicó que el diseño de esa red de empresas, en 2007, fue obra de su expareja, Antonio de la Rúa. La relación se rompió cuando Shakira conoció a Piqué y De la Rúa siguió instalado en la casa que antes compartían en Bahamas.