Una alfombra coreográfica que funciona a la perfección. Una constelación de diminutos seres que anima un superorganismo inabarcable. Son las hormigas, criaturas preciosas.
Si pueden o considerarse los seres más fascinantes de la Tierra es una interrogante superflua, incluso ridícula. Pero, en todo caso, a continuación seis de las más portentosas conductas o cualidades que estos insectos manifiestan:
Las hormigas son seres casi insomnes.
Su patrón de sueño es uno de los más peculiares. En realidad solo descansan o toman una breve siesta de ocho minutos cada doce horas. Y en el caso de las hormigas soldado, ni siquiera durante estos fugaces lapsos disminuyen significativamente su actividad cerebral. Su responsabilidad está simplemente por encima de algunas de sus necesidades fisiológicas más básicas.
Las hormigas cultivan alimento.
Casi cualquiera ha visto desfilar hileras de hormigas cargando pedazos de hojas (que superan por mucho su propio tamaño y peso). Pero lo que la mayoría ignoramos es que no se alimentan de esas hojas. En realidad son la materia prima que utilizan para luego, tras almacenarla durante un tiempo, cultivar hongos que servirán de alimento a sus crías. En este sentido ellas son las pioneras del cultivo del alimento, una actividad que llevan realizando alrededor de 60 millones de años (en comparación a los doce mil que llevamos los humanos).
Las hormigas pueden predecir terremotos hasta con 24 horas de anticipación.
Investigadores de la universidad alemana de Duisburg-Essen, comprobaron que un cierto tipo de hormigas estable sus colonias en las fallas geológicas. El comportamiento anómalo que la colonia registro en ciertas ocasiones coincidió con futuros terremotos superiores a los 2 grados. El estudio concluyó que estas hormigas son capaces de “predecir” movimientos tectónicos hasta un día antes de que se registren.
Las hormigas protegen a las plantas que les dan cobijo
Ciertas plantas, las mirmecófitas, son aprovechadas por las hormigas para guarecerse y extraer alimento a partir de sus secreciones azucaradas. A cambio las hormigas defienden a estas plantas de mamíferos herbívoros, de otros insectos e incluso de plantas parásitas. Ambas protagonizan uno de los más interesantes casos de mutualismo interespecies.
Las hormigas compartieron escenario con los dinosaurios
Se calcula que la historia de las hormigas comenzó hace 130 millones de años, en el periodo cretáceo. Es decir, estos combativos seres han sido testigos del desfilar de miles de especies, muchas de las cuales no han tenido la misma fortuna evolutiva y ahora existen solo como un eco museístico.
Las hormigas pastorean otros insectos
Al igual que cultivan su alimento, ejercen el pastoreo. En el caso especifico de los pulgones (formalmente conocidos como áfidos), las hormigas se alimentan de sus secreciones azucaradas y a cambio los protegen de otros insectos (en un mutualismo muy similar al que establecen con las mirmecófitas). Sin embargo, también trasladan a los pulgones a otras plantas u hojas, para hacerse seguir acompañando de ellos.
¿Qué opinas? (el espiral suicida)
Tras este breve repaso ¿sigues creyendo que el título de esta nota es poco pertinente? ¿aún te parece fácil cuestionar que las hormigas se encuentren entre las criaturas más apasionantes de este planeta?
Si tus respuestas a las preguntas anteriores son afirmativas, queda un fenómeno más que, tal vez, pueda hacerte reconsiderar. Se trata de un extraño comportamiento colectivo en el que incurre cierta especie de hormigas y que consiste en suicidarse masivamente mientras se encuentran inmersas en un trance activo. Básicamente marchan en espiral y continúan así hasta que la figura se cierra lo suficiente para que los miles de involucrados mueran asfixiados (ver video).
No hay mejor predicador que la hormiga, que no dice nada.
Benjamin Franklin
Quizá sigas pensando que los labradores o los gatos son seres superiores a la hormigas. Pero en todo caso lo que parece inobjetable es que estos insectos tienen para nosotros, los humanos, incontables lecciones. ¿sabías que uno de los mejores modelos de movilidad colectiva que tenemos disponibles para adaptar a la movilidad urbana es precisamente el que utilizan las hormigas? O qué decir de sus interacciones mutualistas o de su impoluta disciplina.
Y para concluir solo me gustaría agregar que la diminuta grandeza de las hormigas va más allá de su ejemplar funcionalidad y su despliegue de algunas de las más espectaculares artes que podamos encontrar en el reino animal. De hecho hay algo paradójico en ellas, en esencia precioso, y es el que de algún modo su pragmatismo es tan incorruptible que alcanza destellos poéticos. Algo así como la máxima praxis fungido como vehículo hacia la inspiración lírica. Quizá aquí radica su capacidad para evocar tantas y tan útiles metáforas. Las hormigas son maestros.
Fuente: [pijamasurf.com]