Una mujer israelí de 26 años logro escapar de un sádico que pretendía torturarla. La víctima permaneció encerrada en una estrecha cabina telefónica adaptada como cámara de castigo durante horas después de ser secuestrada en una calle de Hamburgo, Alemania por un hombre al que apenas acababa de conocer.
La cabina telefónica fue modificada por el hombre. La parte exterior de las ventanas estaban atravesadas con alambre de púas y sellado en el interior con papel aluminio.
Thomas Fisher de 30 años secuestró a la joven y la trasladó a su apartamento habilitado como una gran cámara de tortura, según publica ‘The Guardian’ .
La mujer, quien se encontraba esposada, consiguió escapar gracias a un descuido de su captor que olvidó cerrar la puerta de la cabina.
Los agentes, también encontraron instrumentos ginecológicos, así como bisturís, agujas y pinzas.
El hombre había modificado los extintores para que funcionaran como bombas. El fiscal encargado del caso, Wilhelm Mollers, aseguró que era evidente que "el apartamento fue concebido como un lugar de confinamiento".
La joven secuestrada había conocido a Fisher a través de un amigo que los presentó, pero no había ninguna relación entre ellos. Al parecer, el hombre, con un perfil sádico, se obsesionó con ella.
Fuente [Excelsior.com.mx]