Suscríbete a nuestro canal de Telegram "LeaNoticias" para que estés al día con toda la información sobre Venezuela y España.
Unas 8.000 personas han sido evacuadas en la ciudad de Wagga Wagga ante la crecida del río Murrumbidgee por las inundaciones que afectan al este de Australia, informaron hoy los medios locales.
En Wagga Wagga, unos 458 kilómetros al suroeste de Sídney, se ha construido una barrera de contención de 11 metros de altura para intentar contener el desbordamiento del Murrumbidgee, pero los servicios de emergencia no aseguran que el dique pueda aguantar.
Las inundaciones afectan a los estados de Nueva Gales del Sur, Queensland y Victoria.
El nivel del río alcanzó esta madrugada los 10,32 metros, unos 65 centímetros por debajo de su máximo nivel histórico, registrado en 1844, informó hoy la agencia local AAP.
Para la tarde de hoy se pronostica que este río llegará a los 10,90 metros, el mismo nivel registrado en 1853 y solo siete centímetros inferior al récord de 1844.
Las últimas evacuaciones realizadas anoche en Wagga Wagga han elevado a 13.000 la cifra de las personas que se han visto obligadas a dejar sus viviendas en todo el estado de Nueva Gales del Sur, en el este australiano.
La región de Riverina, a la que pertenece Wagga Wagga, y el oeste central siguen siendo el principal foco de los servicios de emergencia de Nueva Gales del Sur.
En el vecino estado de Queensland, en el noreste australiano, los habitantes de la ciudad de Gympie esperan con ansiedad la crecida del río Mary, que ya inundó algunos comercios hace once días.
Algunas carreteras en la zona han sido cerradas y se han cancelado las clases en dos escuelas, informó la emisora local ABC.
En el estado de Victoria, en el sureste australiano, los niveles de las aguas siguen aumentando en la localidad de Nathalia y los lugareños trabajan contrarreloj para levantar una barrera de contención temporal ante la crecida del arroyo aledaño en las próximas 24 horas, según la ABC.
Desde el fin de semana pasado, las inundaciones han causado las muertes de dos personas, una en Nueva Gales del Sur y la otra en Queensland, donde el año pasado fallecieron más de una treintena de personas por las riadas.