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Un colapso de la economía venezolana luce lejano, pese al deterioro de sus principales variables. Sin embargo, a juicio de algunos expertos, la actual política cambiaria impactará de manera significativa al país si el Gobierno no toma medidas urgentes.
Los ponentes del foro “Mercado cambiario: de dónde venimos y hacia dónde vamos”, realizado por el Instituto de Estudios Superiores de Administración (Iesa), advirtieron que mientras no se lleve a cabo un plan integral que atienda los problemas generados por la política fiscal y monetaria, las medidas -aisladas- que se tomen en materia cambiaria no resolverán las grandes distorsiones que ha creado el control de cambio en los últimos 10 años.
Sostienen que la actual política de control de cambio es la más larga de la historia económica venezolana, la que registra un mayor diferencial entre el dólar oficial y el paralelo y la que traerá mayores consecuencias si no se aplican correctivos.
Entre las acciones a tomar en el corto y largo plazo, los consultados resaltan la necesidad de hacer un ajuste gradual de la tasa oficial hasta corregir la apreciación cambiaria, protegiendo -eso sí- a los grupos vulnerables.
Destacan, igualmente, que es preciso legalizar el mercado paralelo, para que los dólares del resto del mundo regresen y generen sostenibilidad al sector externo. Señalan que las empresas deben contar con un mecanismo legal y oficial para repatriar los dividendos, y que debe crearse un mercado alternativo que compita y complemente el nuevo permuta, que muy bien puede ser el Sistema Complementario de
Divisas (Sicad) en una versión mejorada.
Todos coinciden en que el Gobierno debería organizar sus finanzas públicas en total coordinación con la política monetaria. Para ello, se requiere la unificación de todos los fondos del Estado en dólares en el
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Banco Central de Venezuela (BCV) y eliminar los llamados fondos cuasifiscales.
Para el próximo año, las perspectivas para la economía venezolana lucen aún poco alentadoras y, una vez más, afectará el bolsillo de los venezolanos de menores ingresos. La inflación seguirá siendo un problema, por lo que es necesario resguardar los bolívares con activos.
Los economistas invitados al foro señalan que el sector productivo e industrial debe continuar trabajando en la implementación de un proyecto de país que se pueda aplicar más allá de la crisis que se vive actualmente.
Mientras el Gobierno prepara un esquema para la optimización del uso de las divisas y configura el sistema alternativo en el mercado cambiario, el sector privado deberá operar con los recursos de Cadivi y el Sicad. A juicio de los analistas, el Ejecutivo aún cuenta con suficientes dólares para drenar hacia la actividad económica, aunque esos ingresos suelen ser menores cada año.
Dicen que la posibilidad de un “tsunami cambiario” luce lejana, pero es mejor evitarlo.
[Fuente: elmundo.com.ve]