Consejos para recuperar a tu ex fácilmente (funcionan)

La seducción es parte fundamental de las relaciones de pareja, pero muchas veces la rutina, el cansancio, el exceso de trabajo y otras mil cosas hacen que este ingrediente vital se pierda u olvide. Según el sexólogo y terapeuta de parejas, Ezequiel López Peralta, la clave de la seducción a toda edad es “conocer las fortalezas y saber explotarlas, tanto en el plano de la imagen como de la personalidad. Superar las limitaciones. No tomar en cuenta el mito de que para seducir hay que ser lindo, joven y poderoso. Y, por sobre todas las cosas, tener una autoestima sólida”.

Asimismo, es importante identificar y aprovechar lo aprendido antes. “Lo fundamental es sentir que vivimos y ‘exprimimos’ plenamente cada etapa. Así disfrutaremos las siguientes y tendremos la seguridad y la paciencia necesarias para resolver los problemas planteados”.

El experto asegura que no hay fórmulas “infalibles”. Sin embargo, se atrevió a darnos un decálogo de la seducción, que más que un conjunto de mandamientos, apunta a ser un disparador de inquietudes y de ideas para seguir desarrollando nuestras capacidades ¡Toma nota!

1.- Identificar los mejores atributos para seducir y aprender a lucirlos adecuadamente. Todos tenemos características de imagen y de personalidad que podemos explotar para conquistar a la persona deseada. Para seducir no es necesario ser el varón o la mujer más bellos, sino saber aprovechar al máximo nuestras potencialidades.

2.- La seducción es siempre “a medida”. Todos somos diferentes y, por lo tanto, las estrategias que utilizamos deben contemplar las características del otro y su situación particular.

3.- Mantener el misterio. Ciertas dosis de misterio y ambigüedad dejan al otro pensando y, en definitiva, ése es uno de los objetivos de la seducción: ubicarnos en su imaginación.

4.- Manejar las ansiedades. Si nos mostramos entregados y muy fácilmente alcanzables, la otra persona se siente asfixiada y no nos valora como queremos.

5.- Mostrar vulnerabilidad. La excesiva seguridad suele generar rechazo. Por lo tanto, es importante mostrar defectos que no estén valorados de manera negativa en nuestra sociedad y reírnos de ellos, lo cual además denota autoestima alta y seguridad.

6.- Uso de la sorpresa. Sorprender es seducir, porque rompemos la monotonía y creamos la sensación de que en cualquier momento haremos algo impensado.

7.- El otro es único y exclusivo. Siempre nos seduce de alguien sentirnos especiales a su lado y ser tratados como reyes o reinas.

8.- Aprender a leer y enviar “señales de intención”. Son aquellos mensajes (transmitidos generalmente mediante el lenguaje del cuerpo) que muestran nuestro interés por el otro. Utilizar roces “casuales” nos sirve para conocer sus intenciones, manifestar las propias y seguir avanzando.

9.- Utilizar la “tríada sensual”: mirada, sonrisa y voz. La mirada no tiene que ser ni tímida ni acosadora. Utilizar una media sonrisa, levantando las cejas. Usar sensualmente la voz: ritmo lento, volumen bajo, suave, con pausas y con inflexiones.

10.- Lo fundamental: seducirnos a nosotros mismos. Si nos sentimos cómodos con la propia imagen y con nuestra personalidad, actuamos con actitud positiva y resultamos muy seductores por ese mismo hecho.