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Estamos bajo el mando de un gobierno que nos baña de hipocresía, un sistema donde sus voceros dicen amar a los pobres pero los obligan a vivir con miles de calamidades, un régimen que ha sido incapaz de brindar lo básico en materia de servicios públicos como lo es el agua potable, pero que además arrinconan a los más humildes a pelearse por el puesto de una larguísima cola para obtener un kilo de harina de maíz, paradójicamente vemos como los delfines que dejó el expresidente Chávez se dan la gran vida, comiendo y bebiendo de lo bueno, paseándose en lujosos vehículos de precios incalculables, eso sí vistiendo el color rojo, pero de marca Tommy Hilfiger, esto es una contradicción, esto es doble moral. Ellos critican una cosa y la hacen a escondidas, son quienes hablan paja de la coca cola pero es lo único que el calma el estrés, se olvidaron que existe el guarapo e¨ papelón, son sencillamente quienes detestan a otras personas por su capacidad económica, pero hacen lo imposible por pertenecer a ese mismo círculo social, solo que con los reales mal habidos que le quitan al pueblo.
Este experimento del socialismo del siglo XXI con una nueva sangre corrupta bolibuerguesa es inviable, Venezuela no puede seguir siendo una cancha donde se justifique la corrupción actual valiéndose del vil alegato que antes también se robaba, los ladrones de antes y los actuales hay que señalarlos y sancionarlos, tengan el color que tengan.
Estas crueles ironías hay que ponerlas al desnudo y así poder demostrar que nos gobiernan los seguidores de una «ideología de cartón», fíjense el caso de Anzoátegui, tenemos 21 municipios de los cuales 20 tienen necesidades extremas que van desde la miseria, el hambre, falta de agua, vivienda marginalidad, hampa y pare usted de contar, y un solo municipio donde los vecinos viven dignamente como lo es Urbaneja mejor conocido como Lechería, pero justamente es allí, en ese municipio “burgués” así catalogado por los dirigentes oficialistas, donde el gobierno che-guevarista ha invertido en grandes edificios, centros comerciales y sitios de recreación creando gran cantidad de fuentes de empleo. Como se entiende, que cuando hablan de desarrollo endógeno y el pajero del auto-abastecimiento, la sede magistral de PDVSA Agrícola la instalan en este municipio rico, porque no elevaron ese gran edificio en El Viñedo por citar un ejemplo?; El Seniat, no solo invirtió recursos incalculables en el imponente edificio nuevo, sino que alquiló un piso completo en Caribean Mall donde se pagan alquileres abusivos en perjuicio del Estado; las sedes de Petropiar, Petrocaribe, CVP, PDVSA Gas (nuevo), Petromiranda, Petrocarabobo, Petrosinovensa, Bariven, Petrocedeño, Petromonagas y Corporación Bahía de Pozuelos todo eso en el sector Venecia de Lechería, por su puesto adornados con los centros masivos de comida típica como Wendys y Mc Donals para satisfacer los gustos exquisitos de los trabajadores de la “Nueva PDVSA”. Y para colmo del descaro también El Emporio Deportivo Ciudad Vino Tinto lo construyen en esta privilegiada localidad, que contradictorio, esto es doble moral.
Quiero dejar bien claro que los venezolanos merecemos vivir en cualquier lugar del territorio nacional, pero con servicios de calidad, no se puede seguir privilegiando a un grupito de personas, nos preguntamos por ejemplo porque PDVSA Agrícola no constituyo su sede principal en La Mesa de Guanipa ???, o PDVSA Gas su sede administrativa en los municipios Piritu y Peñalver ???, con esta política neoliberal es imposible que el resto de las localidades crezcan, por razones obvias, los centros de comida, ferreteros, financieros, siempre se instalaran alrededor de las empresas del Estado, y las fuentes de empleo beneficiaran a los residentes de esta localidad. Habrá doble moral socialista?
Por: Emilio Guzmán Rojas