Yuca Amarga: «Francotiradores del dialogo», por @emilio_guzman

Los últimos acontecimientos acaecidos en Venezuela nos dejan muchas conclusiones, en lo social los que perdieron la vida y los familiares de las victimas sin duda alguna se llevan la peor parte de este escenario absurdo planteado irresponsablemente por quienes aún creen en las “salidas” rápidas, pero a mi juicio, y la más importante en lo político , la autodestrucción de la unidad democrática que tanto costó edificar, no solo porque Leopoldo, Ledezma o María Corina asumieran posiciones que no compartimos, sino también la falta de contundencia de Henrique Capriles en ratificar su mensaje inicial y sin complejos para desligarse de lo que a todas luces vislumbraba un gran fracaso y frustración.

La permanencia del chavismo en el poder no es producto de improvisaciones, pertenece a un libreto bien estructurado que reposa en las bases del “divide y vencerás”, esto aunado a los cálculos anticipados “cero mata cero” que sacan algunos políticos que adversan al PSUV son elementos suficientes para andar de derrota en derrota, no es casual que los que menos votos sacaron en las elecciones primarias o los que se retiraron en el camino para seleccionar el abanderado que enfrentaría a Hugo Chávez, son justamente los que promueven la violencia maquillada, disque hay abusos de poder y corrupción desbordada en el gobierno, de bolas que hay y de forma descarada, pero para tumbar gobiernos electos no solo hacen falta twitteros o barricadas en las zonas privilegiadas, se requieren ejércitos armados hasta los dientes que den el golpe de Estado y no pasará más de allí, será un vulgar gobierno de facto.

Cambiar los liderazgos no se logran con caprichos, la protesta no puede ser exclusiva de la oposición contra el gobierno, debe ser con contenido social que nazca de las necesidades básicas de cada localidad; bien pendejo es quien piense que la crisis social y económica la va a detener el dialogo de un día para otro, lo que si detiene el dialogo son los muertos, los presos injustamente y la destrucción del país sumido en la anarquía de bandos extremos. Para un demócrata no existe mayor valor que el dialogo, para lograr la paz y elevar el nivel de calidad de vida de la gente hay que conversar con quien sea, que es lo peor que puede pasar? Que este gobierno vuelva a mentir, bueno diremos que de este lado intentamos la vía pacífica. Desnudemos a ver quién es quién, yo creo que Diosdado no quiere dialogo con nadie de la oposición, sin embargo fue el actor principal en la entrega de Leopoldo López, entonces si los demás acuerdan la paz es malo, como es esto?.

Hay minorías que apedrean permanente a la misma oposición y son quienes amenazan que el dialogo con el gobierno le lava la cara a Maduro, pues no, es todo lo contrario, quienes asumen posiciones extremas, trancas, guarimbas, destrucción, etcétera, si ayudan a que el gobierno se fortalezca, ya que todo la crisis que padecen los venezolanos se lo endosan a las benditas protestas, pero no a la protesta por falta de insumos médicos, o por falta de agua, o por inseguridad, esa si les cachetea la inevitable verdad al gobierno en su cara, sino a esa protesta sin ningún contenido social, motivadas solo desde la premisa “que se vaya porque se va”.

La clase media alta no son los más indicados para que nos den lecciones de protesta, la clase popular vive en medio de una protesta, fíjense, mientras la clase privilegiada estaba destruyendo vía twitter a Henry Falcón, Ramón Guillermo Aveledo y a Barboza de UNT, por coordinar la reunión previa al dialogo con la MUD, los vecinos del caserío El Limón de Sabana de Uchire sin color político alguno trancaron la troncal 31 por 12 horas, el motivo más que justificado, falta de agua, entonces reflexionemos, cual es realmente la vía para cambiar este gobierno? y la forma de gobierno que merecemos, porque las banderas que se levantaron para combatir los males de la cuarta Republica referentes a inseguridad y corrupción, hoy día se encuentran en el suelo.

Emilio Guzmán / @Emilio_Guzman