Yuca amarga: «Los hijos de Chávez» Por @Emilio_Guzman

Los recientes pronunciamientos de algunos de los que en el gobierno fueran los “caballos de Troya” del Presidente Hugo Chávez han puesto al desnudo el régimen con “pies de barro” encabezado por Nicolás Maduro, y no es que hayan dicho o escrito algo nuevo para los venezolanos, es que el fondo del asunto se atrevieron a levantar la voz, quienes fueron los mentores del proyecto socialista y actores principales en la política económica y social del país; entonces aplica la máxima del derecho “a confesión de parte, relevo de pruebas”.

Venezuela hoy en día en día es una verdadera olla de presión, los que hacemos vida en esta “patria” sobre vivimos entre protestas, abusos de poder, corrupción, inseguridad, desabastecimiento, colas y humillaciones por todos lados, y el gobierno en vez de reconocer que cuenta con funcionarios indolentes y que las cosas andan mal, reaccionan y como siempre huyen hacia adelante, si no hay energía eléctrica, si no hay luz, dicen que es porque con el socialismo hay más aires acondicionados y microondas; donde no llega el agua se lo imputan al fenómeno del calentamiento global; la inseguridad y la muerte de 50 venezolanos por día a manos del hampa son responsabilidad del modelo capitalista; la escases de gas doméstico se la tribuyen a que la gente come mucho; la crisis hospitalaria se la achacan a los desmanes provenientes de la 4ta. República; el desabastecimiento de alimentos a los ataques de la derecha y la falta de medicinas por ejemplo es por la guerra económica, no me jodas, estos carajos no son responsables de nada, cuando será el día que actúen con seriedad. Con todo este rosario de calamidades, aunadas al video de Mario Silva, las cartas de Giordani y Navarro, así como los pronunciamientos de tantos otros, valdría la pena autoevaluaran si la crisis obedece a la mala gestión del actual gobierno o por el contrario son las consecuencias de las improvisaciones y las desacertadas políticas económicas de los últimos 15 años.

No nos caigamos a cobas, esos que se dan golpes de pecho que son más Comunistas que Marx y más revolucionarios que el “Che” cuando les piden el cargo se les olvida la lealtad jurada al llamado “legado de Chávez”, se sacan el disket de que son hijos de Chávez y los que aún tienen la fortuna de seguir en los cargos se encargan de arremeter contra los salientes y los tildan de traidores, malos engendros, etc.

Que el Gobierno haya hecho algunas cosas buenas, sí, pero el caso es que son indiferentes ante un deterioro progresivo de lo que existía, incluso de las buenas ideas que emergieron en el mandato de Chávez, como las misiones de educación por ejemplo, las jodieron, las politizaron en su máxima expresión. Como podía Chávez convencer sobre igualdad, si todos los involucrados de su entorno, incluyendo a su mama, hijas, hijos, hermanos, compañeros golpistas, demostraron la facilidad del enriquecimiento progresivo en todos los niveles del gobierno, todos, pero todos se transformaron en burgueses del siglo XXI.

Yo no soy hijo de Chávez, con mi respeto a Rosaines y sus hermanos, tampoco hijo de Bolívar, ni de Rómulo Betancourt, todos personajes de nuestra historia con sus aciertos y sus errores, soy hijo de Emilio Guzmán Peche, a mucha honra, hombre de pueblo, de Sabana de Uchire, trabajador y parrandero, de ese si soy hijo; Venezuela está harta de caudillismo, autoritarismo, oportunistas, de hipócritas y de tanto “jala-bolas”, debe acabarse la política clientelar y enrumbar la economía a resolver los problemas de la gente, la deuda social cada día se incrementa a pesar de la bonanza petrolera que se vive con los altísimos precios y paradójicamente no hay agua y los hospitales están por el piso por ejemplo. Si Maduro no se deslinda de esos asesores burócratas y la cantidad de chulos cubanos que por un tema ideológico están desangrando a Venezuela, esa olla de presión explotará por el sitio más débil, y esos que hoy día se autodenominan los hijos de Chávez, pero que el gobierno no les “para-bolas” se alzaran despechados en contra de esta administración.

Por Emilio Guzmán Rojas