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Los recientes pronunciamientos de altos dirigentes del partido de Gobierno, más que alegrarnos a quienes por años les hemos hecho oposición, lo que debe generar es un estado de alerta y de mucha sindéresis, actuar con pie de plomo y mente fría, no pisar peines, ni trampas “caza-bobos” ya que las ordenes que imparte el viejo cubano de la barba, siempre y oportunamente han surtido su efecto: -divide y vencerás-, de acá se desprende lo importante de no dejarnos encantar por las serpientes y seguir luchando sin jugar posición adelantada.
En la carrera política, sea cual sea, siempre toca entregar trofeos, personas que apartar del camino y otros hay que usarlos de carne de cañón cuando llega el momento de limpiarse la cara, pero en el caso específico del chavismo venezolano, que es una copia al carbón del libreto cubano, resulta imposible entender por ejemplo que con unas confesiones tan delicadas como las de Mario Silva, donde se evidenciaba daños al país y las mafias que imperan contra la cosa pública, no haya sucedido absolutamente nada, pasaron por debajo de la mesa, no fue más allá de una simple alharaca comunicacional para distraer la atención en un momento de controversia electoral, donde Nicolás Maduro pintaría como el bueno y pobre jodido dentro de la revolución y Diosdado Cabello el macabro culpable de todos los males y errores. Pero esa no ha sido la única parodia, recordemos aún más atrás cuando la mentada y ahora fallecida Lina Ron era utilizada para prender la candela en las calles y luego el mismo Chávez la hizo presa, como olvidarnos también de la caída en desgracia de la comandante Manuitt quien era la que llevaba la batuta en las invasiones a tierras privadas acompañada de vagos y chulos que le servían la mesa a boliburgueses que se apropiaron de fincas productivas, con las consecuencias que hoy por hoy sabemos; y donde dejamos ese evento de tanto impacto para la política del país y que marco el mayor apartheid venezolano como lo fue la lista del Sr. Tascon, donde el gobierno pisoteo y se pasó por las nalgas la Constitución, persiguiendo con la conocida lista a miles de venezolanos que eran violentados en sus derechos, para luego, ante la presión social “ordenar enterrar” el listín y a su visible progenitor; pero acá no termina el cuento, donde dejamos el caso de la supuesta rivalidad de Arias Cárdenas, de Acosta Chirinos, o peor aún, el escandalo inminente por corrupción y desfalco que protagonizo el hermano del hoy flamante Ministro supersónico para la transformación de la Energía eléctrica Jesse Chacón, otrora Ministro de Ciencia y Tecnología, en fin, así podemos seguir escudriñando casos y casos de este circo rojo, pretenden ahora caernos a coba que viejos corridos en siete plazas, comprometidos hasta los tuétanos con toda la situación que hoy vive el país pasan un proceso intensivo de mea culpa para que el gobierno reivindique sus acciones en unos de sus peores momentos económicos, productos de años de desaciertos, de los que además todos ellos, hoy dizque disidentes disconformes formaron parte e incluso fueron padres de esos malos engendros que hoy inciden directamente en el nivel de vida de los venezolanos.
El llamado es la unidad de todos los venezolanos, a la sindéresis, y a no querer intentar pescar en un rio revuelto y caer en la tentación de buscar una fotografía del momento y desplazar a los liderazgos que tanto nos han costado construir. Este gobierno no saldrá con golpes de Estado, porque los golpistas están el gobierno, este gobierno no saldrá por la supuesta guerra económica, porque ese supuesto conflicto bélico financiero lo crearon ellos mismos, además pertenece a un modelo económico que practican en Cuba y otras naciones de corte dictatorial, donde humillar al administrado es la predica, eso con la intención de demostrarle a las masas que el poder corrupto es el único que provee en cosas tan esenciales como los alimentos.
Sigamos en la denuncia contra la corrupción, la inseguridad, el paternalismo de funcionarios con el tráfico de drogas, luchemos contra la indolencia y la desidia de este gobierno que intenta mantenerse de parodia en parodia.
Por Emilio Guzmán Rojas