Lo que los seres humanos necesitamos para poder disfrutar la vida es encontrar, cada día, un poco de felicidad en nuestras actividades cotidianas. Ser personas felices motivará nuestro organismo a sentirse mejor y por ende, evitar enfermedades, reducir estrés, llevarnos mejor con los demás y estar bien con nosotros.
Así que aquí les dejamos algunos hábitos para lograrlo.
Apreciar la vida: agradecer cada mañana una nueva oportunidad para cambiar ciertas cosas que no nos gustan, es una forma de renovación continua.
Ser optimista: encontrar el lado bueno de las cosas a pesar de las dificultades que podamos tener. Pensar que todo sucede por una razón, ya sea de aprendizaje, de valoración o superación.
Amar incondicionalmente: no poner límites a lo que sentimos, a pesar de que puede no ser definitiva una relación, entregarnos por completo hará de ella una forma sincera de expresar lo que sentimos.
Persistentes: nunca debemos rendirnos ante nada, concentrar nuestra energía en reaizar nuestros propósitos nos ayudará a lograr objetivos y superar retos.
Proactivos: la gente feliz no desperdicia energía en circunstancias fuera de su control, debemos aceptar nuestras limitaciones, determinando cómo podemos compensarlas y responder, en lugar de esperar a que sucedan cosas que nos perjudiquen.
Cuidarnos: estar al pendiente de nuestro cuerpo, nuestra mente y salud física, realizando chequeos continuos, haciendo actividades deportivas y comiendo sano, beber agua y ejercitar nuestra mente.
Tomar responsabilidades: cada quien debe tener en cuenta que es responsable al 100% de su vida, asumir la responsabilidad de nuestros estados de ánimo, acciones y palabras, nos volverá más consientes de lo que hacemos. Admitir nuestros errores es el principio para modificar lo que no nos gusta y lograr ser más felices
Rodearse de buenos amigos: las personas positivas transmiten su emoción, valores y objetivos positivos. Partiendo de que todo el grupo de nuestros amigos tenga propósitos similares a los nuestros, nos alentarán cuando necesitemos de ellos.
Ser considerados con los demás: ser prejuiciosos no nos lleva a nada bueno, debemos aceptar a la gente que nos rodea por lo que son. Ser generoso y amable, alegrará el día de todos lo que estén en contacto con nosotros.
Aprender continuamente: estar actualizados en nuestra profesión y en los temas que nos interesan, despertarán nuevos intereses y mantendrá nuestro espíritu con ganas de probar cosas diferentes o realizar nuevas actividades.
Tratar de resolver los problemas de manera creativa: no dejar que los problemas intervengan en nuestros estados de ánimo, más que lamentarlos, intentar resolverlos para hacer un cambio positivo.
Hacer lo que nos gusta: estudios revelan que el 80% de las personas están inconformes con el trabajo que tienen. Si no están completamente satisfechos con su trabajo, realicen actividades en sus días libres como tomar fotos, realizar ejercicio, aprender a tocar algún instrumento o incluso elegir una nueva carrera y tener posibilidades de cambiar su profesión.
Disfrutar la vida: tomen el tiempo necesario para admirar lo que les rodea, observen la lluvia, escuchen a el canto de los pájaros, sonrían y, sobre todo, aprendan a disfrutar el presente y cada momento.
Sonrían: inclusive en momentos no gratos reírnos de nosotros mismos, hacer feliz a una persona a pesar de circunstancias adversas, nos llenará de aliento y de ganas de enfrentar la vida.
Aprender a perdonar: es difícil en algunas ocasiones, pero la carga negativa que nuestro cuerpo conserva al tener un sentimiento negativo hacia alguien, terminará afectando nuestra salud y ánimo. El rencor no le hará daño a nadie más que a nosotros. Cuando comentamos un error, aprender de él y perdonarnos.
Ser agradecidos: desarrollar una actitud de gratitud, nos ayuda a ser mejores personas con los demás, no sólo hacerlo con personas del trabajo o amigos, sino también con la familia.
Expresar sentimientos: decirle a nuestros seres queridos que los amamos es cuidar y cultivar los lazos construidos, pasar tiempo con ellos nos redituará sentimentalmente.
Ser honestos: no defraudar a las personas queridas, también es una forma de expresarles nuestro amor, así que no rompan promesas, sean solidarios y leales.
Leer: esta actividad nos hace vivir mundos alternos en los que podemos ser protagonistas, aprender muchos temas y no tener restricciones creativas, de aprendizaje y vivenciales.
Meditar: practicar esta actividad, brinda a nuestro cerebro un descanso, un respiro que nos hará obtener energía y así funcionar de una mejor manera hacia el exterior. Realizar introspecciones respecto a lo que hemos dejado de hacer, lo que nos gustaría retomar y pensar en los cambios que queremos hacer, son parte de la búsqueda de un equilibrio emocional y mental.
[Fuente: Publimetro.cl]