Desde hace meses, una pequeña empresa brasileña está siendo protagonista de las pesadillas de los abogados de Apple al reclamar como suya la marca iPhone. Bien, hoy por fin se ha pronunciado el veredicto oficial, según informó engadget.com
La justicia de Brasil ha decidido dar la razón a Grandiente Eletronica, ya que esta registró la denominación iPhone en el año 2000 -es decir, siete años antes de que los de Cupertino iniciaran sus labores comerciales en dicho país. Así las cosas, Gradiente podrá seguir empleando la marca comercial «iphone» -nótese la p minúscula- en su catálogo de productos, incluyendo el reciente Neo One (que para poner peor las cosas, funciona con Android).
La novela no acaba ahí, porque según las autoridades, aunque la firma de la manzana puede continuar vendiendo su smartphone en Brasil, Gradiente sigue teniendo la opción de denunciarlos para hacerse con la exclusividad de la marca.
El Instituto de la Propiedad Industrial (INPI) ha declarado ante la BBC que la decisión sólo se aplica a teléfonos, con lo que Apple sigue teniendo los derechos para explotar la marca en cualquier otro artículo, software o publicación. Para terminar de enredar todo, el Presidente del Consejo de Administración de Gradiente ha señalado ante Bloomberg que su compañía está dispuesta a dialogar «en cualquier momento y sobre lo que sea», ya que no son «radicales».