Candelariazos: «¡La salud teñida de rojo!», por @BarretoSira

¿Extraño? Nunca nos ha sido ajeno la contradicción y doble discurso de quienes están en el poder, y más cuando se trata del ocultamiento de informaciones productos de su propia y exclusiva negligencia.

Observamos en días pasados como un diputado del Consejo Legislativo Regional, obviamente siguiendo instrucciones del gobernador Aristóbulo Istúriz, arremetió en contra de los diputados a la Asamblea Nacional quienes hemos levantado nuestras voces en alama ante los incrementos de personas infectadas por el chikungunya.

Habló de que era “politiquería” el llamado a decretar una emergencia sanitaria en la entidad, la cual propusimos públicamente y secundada posteriormente por otros colegas diputados nacionales de Anzoátegui.

Lo asombroso no es la reacción de los voceros de Istúriz, quienes tratan de ocultar el sol con un dedo, obviando los centenares de enfermos y los fallecidos por la agudeza de la patología causada por el mosquito tigre sino que un día antes, la propia Saludanz, había admitido que el chikungunya podía ser mortal.

¡Entonces! ¿Cómo quedamos? Por un lado la dirección de salud de la entidad se ve en la necesidad, casi en la obligación, de admitir la gravedad de la enfermedad, ante la presión del pueblo y de los diversos sectores públicos y por el otro los defensores de lo indefendible salen a minimizar las advertencias hechas por los parlamentarios de la alternativa democrática.

Esta contradicción es producto del sectarismo militante en el Gobierno, es resultado de la mezquindad política que no les permite ver más allá de sus narices, es parte de la política de suicidio antes del reconocimiento del error que siempre ha caracterizado al gobernador Istúriz.

Nuestra obligación, lo digo con firmeza, como diputados electos por un inmensa mayoría de los anzoatiguenses, es el de hacer un llamado de atención a las autoridades ejecutivas y sanitarias de la entidad para que respondan ante la espantosa realidad que se vive en el ámbito de la salud pública.

Hace un par de días estuve conversando con un grupo de médicos de nuestro estado Anzoátegui y ellos aseguraban que las autoridades mienten con relación al número de casos de enfermos con el chikungunya, uno de los galenos llegó aseverarme que en su puesto de trabajo de cada 100 pacientes 80 presentaban síntomas de la enfermedad.

Para nosotros la salud del pueblo es de vital importancia, es de transcendencia por ende seguiremos denunciando los incrementos de las patologías y la crisis que esto genera, seguiremos combatiendo la negligencia de quienes tienen responsabilidad en el área y no las atienden.

Reitero el llamado serio de que se decrete la emergencia sanitaria en la entidad, que se le hable claro al pueblo y que se trabaje con ahínco para que cese de una vez por toda la apatía gubernamental con relación a este, como en otros muchos temas.

Desmentir la realidad no es la solución señores del Gobierno, ocultar la situación no es la mejor salida, ni la más noble hacia el pueblo, admitan que estamos sentados sobre un hormiguero, digan la verdad y actúen de una vez, no permitan que más anzoatiguenses, que más venezolanos, se infecten con este mal.

Dejen la contradicción y sean sinceros con ustedes mismos y con el pueblo.

Por Antonio Barreto Sira