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El gobierno venezolano se encuentra preparando el escenario para un potencial retorno definitivo del presidente Hugo Chávez a Venezuela, con un plan coordinado con el Partido Socialistas Unido de Venezuela (PSUV), destinado a preparar anímicamente a la base chavista en todo el país, para lo que ya luce inevitable: un futuro inmediato sin el polémico mandatario.
El retorno se podría producir tan pronto como a mitad o a fines del próximo mes de febrero. Chávez podría ser trasladado a una localidad en la capital venezolana o en Barinas, el lar nativo del presidente. Sin embargo, será mantenido alejado del público y sus seguidores, debido a su condición delicada, y a un aspecto que refleja la notable pérdida de peso que ha sufrido tras más de 50 días de convalecencia, indicaron a Univisión fuentes cercanas al PSUV.
El objetivo principal es realizar una ceremonia privada de juramentación de Chávez ante las autoridades del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), y luego oficializar la renuncia a su cargo y la convocatoria inmediata a nuevas elecciones.
“Se va a preparar a la gente para que acepten elecciones”, indicó el informante. “Ya empezaron con los preparativos para aceitar todo”, indicó una de las fuentes.
Este lunes el ministro de Información, Ernesto Villegas, declinó hablar sobre el retorno de Chávez a Venezuela.
“No queremos crear faltas expectativas precisas sobre su retorno”, dijo Villegas desde Chile, donde tiene lugar la cumbre de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (Celac).
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La principal preocupación tanto del gobierno de Caracas como de La Habana es la reacción que producirá el anuncio de la incapacidad de Chávez para continuar al frente del gobierno dentro del chavismo y en sectores militares y de activistas radicales.
La decisión de agilizar el retorno de Chávez se produce para aplacar la creciente inquietud en sectores del chavismo, y por aparentes presiones de los familares del mandatario, principalmente sus padres, quienes han expresado su molestia por haber sido marginados en el acceso a la información y en la toma de decisiones en torno a la enfermedad de Chávez.
De acuerdo a varios funcionarios cercanos a la familia, que suministraron información bajo condición de anonimato, los padres del presidente, Elena y Hugo de los Reyes Chávez, “están destrozados y totalmente aislados”.
“Los familiares están muy molestos porque los cubanos están tratando a Chávez como objeto de su propiedad”, indicó otra de las fuentes, un funcionario venezolano que trabaja entre La Habana y Venezuela.
Situación delicada
Las dos hijas mayores de Chávez, Rosa Virginia y María Gabriela Chávez, que permanecen en La Habana, tienen un acceso directo al paciente, pero reciben información limitada sobre su evolución y la prognosis del cáncer.
En algunos casos reciben instrucciones directas de Fidel Castro, tal como ocurrió el pasado 30 de diciembre, cuando el propio Castro convenció a Rosa Virginia a que compareciera a la conferencia de prensa junto al vicepresidente Nicolás Maduro, la procuradora Cilia Flores, y su esposo el ministro de Ciencia y Tecnología Jorge Arreaza, para informar desde la capital cubana sobre la situación de Chávez. Rosa Virginia aceptó participar a regañadientes.
Pero los cubanos filtran la información incluso al vicepresidente Nicolás Maduro. “Nadie en el gobierno venezolano sabe exactamente la verdad”, afirmó el funcionario.
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Los hermanos Castro “son los que manejan todo. A (Nicolás) Maduro, Diosdado (Cabello) y (Rafael) Ramírez los tratan como de segunda”, acotó.
Entre el personal venezolano destacado en La Habana circula la versión de que los cubanos van a hacer todo lo posible y lo imposible para alargarle la vida a Chávez, de la misma forma como han hecho en el caso de Fidel Castro. Pero las posibilidades de éxito son escasas, admiten.
En el caso de Cuba, cuando se determinó que Castro no podía continuar a cargo del día a día del gobierno, su hermano Raúl Castro fue designado presidente en un procedimiento expedito. En el caso venezolano, la Constitución sancionada por el chavismo en 1999 establece una serie de procedimentos para legimitar a un nuevo presidente, lo cual complica los escenarios.
Chávez continúa en situación crítica, aunque estable. Uno de los cambios más visibles que está experimentando el mandatario es el cambio de la voz debido a los procedimientos de traqueotomía que ha sufrido, lo cual complica más el escenario de sus apariciones públicas.
El líder venezolano lleva ya más de 50 días en cama, lo cual está teniendo un efecto adverso en su condición física. “Está quedando tullido”, informó otra fuente.
Las autoridades venezolanas han afirmado que el mandatario está experimentando una mejoría, principalmente por la superación de la crisis causada por la infección respiratoria. Pero según la fuente cercana al PSUV, “no hay que olvidar que tal mejoría se enmarca en un cuadro de cáncer en fase terminal”.