Comienza en Brasil el debate sobre la polémica ley de medios

La primera semana del segundo mandato de Dilma Rousseff comienza con lo que promete convertirse en un debate polémico en Brasil. Algunos medios de comunicación, congresistas de la oposición e incluso políticos aliados recibieron muy mal este fin de semana el debate propuesto por el nuevo ministro de Comunicaciones, Ricardo Berzoini, sobre la reglamentación económica de los medios; un asunto que el oficialista Partido de los Trabajadores (PT) trataba de poner en el orden del día del Legislativo desde 2002.

«Quien regula es el Congreso Nacional. El Poder Ejecutivo puede, como máximo, presentar sus propuestas, pero también puede fomentar la discusión», señaló Berzoini en su primer discurso como ministro, cuando agregó que quiere escuchar a empresarios, sindicatos y organizaciones sociales. «Las comunicaciones son objeto de concesión pública, por eso necesitan ser reglamentadas», explicó.

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En un discurso calculado para evitar que el proyecto se archive nuevamente, Berzoini afirmó que la libertad de prensa quedará garantizada, que su propuesta no incluye la regulación de contenido y negó que el Gobierno vaya a tomar como base la propuesta que está en discusión en su partido.

El semanario «Veja» considera la propuesta «un control de los medios»

La cautela del ministro, sin embargo, no evitó los ataques. «Berzoini asume y ya cita proyecto de censura a la prensa», tituló el semanario «Veja», bastante crítico con el Gobierno brasileño, que clasificó la propuesta como «un control de los medios».

El diputado Eduardo Cunha, líder en el Congreso del principal grupo aliado de Rousseff, el PMDB (Partido del Movimiento Democrático Brasileño), declaró que se mostrará «radicalmente en contra» y añadió que esta cuestión incomoda mucho a su partido. «No nos mostraremos sumisos con el Gobierno», señaló el político aliado, que agregó que la «Cámara es independiente».

El senador Aloysio Nunes, candidato a vicepresidente con el rival de Rousseff en las últimas presidenciales, el socialdemócrata Aécio Neves, llamó a Berzoini de «chiflado». Nunes pidió un «combate sin tregua» en el Congreso y en las calles contra lo que consideró un «intento criminal» hacia la libertad de expresión y la democracia. Nunes ha sido uno de los agitadores de las protestas que cada semana reclaman en Sao Paulo la destitución de Rousseff, aunque sin mucho eco.

Este asunto es especialmente sensible en Brasil: afecta a las concesiones públicas en manos de diez grupos que controlan los medios de comunicación a lo largo del país y porque buena parte de las repetidoras regionales son administradas indirectamente por políticos y congresistas, al contrario de lo que establece la Constitución.

Buen negociador

Berzoini, uno de los hombres fuertes del PT y con fama de buen negociador, fue designado ministro con la misión de impulsar la aprobación de la Ley de Medios. El político ha pasado por varios ministerios desde 2002, como Trabajo, Previsión Social y Relaciones Institucionales, en todos ellos sin causar polémicas ni denuncias. También fue diputado durante cuatro legislaturas seguidas, por lo que es un buen conocedor del Congreso y de sus articulaciones.

El PT trata de aprobar esa ley desde 2002, pero fue derrotado en todos los intentos por la fuerte oposición a propuestas que parecían confusas en relación a los contenidos.

En su primer Gobierno, Dilma Rousseff sacó este asunto del orden del día para evitar conflictos, pero en este segundo mandato aceptó discutir lo que llama la «regulación económica de los medios», centrado en la regionalización de contenidos y la prohibición de monopolios y oligopolios en comunicación. El ministro Berzoini puede incluir en este asunto la concentración en el sector de telecomunicaciones.

Fuente [Abc.es]