Cómo convertirte en un líder

Hay quienes creen que el líder nace y otros que se hace. Aunque pienses que no naciste con las cualidades necesarias para ser una líder, muchas personas están en la capacidad de desarrollar esta actitud a partir de técnicas que se pueden aprender.

Técnicas para convertirte en un líder

Conócete

Para convertirte en un líder primero debes saber quién eres, cuáles son tus principios, valores y creencias. Una vez que sepas esto es muy importante que te mantengas fiel a tus convicciones y que todo lo que hagas se rija a partir de estas. Una vez que tengas claro esto será más fácil tener confianza en ti misma y en lo que haces, lo que te permitirá ser más firme en tus decisiones y contagiar el sentimiento de confianza y seguridad a los demás.

Fomenta tus relaciones

El liderazgo se desarrolla cuando logras relacionarte con los demás de forma afectiva. El éxito de un líder no radica en el cargo o el título que posee, sino en la capacidad que tenga para ayudar a su equipo, escuchar las necesidades de las personas con las que trabaja y la habilidad para llevar relaciones basadas en el respeto y la confianza. Es importante que desarrolles una buena relación con tu equipo pero también debes establecer reglas y límites.

Conviértete en una experta

No estamos diciendo que tengas que ser una sabelotodo porque es una tarea bastante difícil pero tampoco está bien que las personas acudan a ti en busca de respuestas y respondas con un “no sé”. Para convertirte en un líder es importante instruirte lo más posible en el campo en el que te desempeñas y poco a poco ir aprendiendo cosas nuevas, unas serán incluso sobre la marcha. Saber de lo que hablas le generará confianza a tu equipo.

Actívate

Ser una líder no significa mandar o dar órdenes a los demás, significa hacer un llamado a la acción del cual tu misma debes ser partícipe ya que solo así podrás convertirte en una inspiración para el resto del equipo. Debes poner el ejemplo para que los demás se sientan motivados a hacer lo mismo.

Organízate

Es importante que aprendas a jerarquizar las tareas y a priorizar las actividades que debes llevar a cabo. Toma en cuenta lo que es valioso y en caso de tener que plantearte de nuevo un objetivo, hazlo. De ser necesario tómate un momento a solas para reflexionar y pensar en lo que debes hacer.

Ten visión

Todo proyecto empieza por una idea, la cual debe ser ejecutada para convertirse en algo más que un simple pensamiento o un proyecto plasmado en el papel. Las ideas deben concebirse pensando en la ejecución con la intención de facilitar su factibilidad.

Toma decisiones

Consulta con las personas que trabajas tus inquietudes e involucra al equipo en la toma de decisiones ya que las personas que estén comprometidas en la resolución, se sentirán más motivadas. Cuando sea necesario también debes tomar por ti misma las decisiones pero con determinación y dispuesta a asumir la responsabilidad de sus consecuencias que pueden ser tanto buenas como malas.

Fuente [Emedemujer.com]