Comunicar sin información oficial “es un reto”

El día de trabajo de los reporteros se aleja cada vez más de ser un cuento de hadas, lejos de un día muerto, a lo que llaman ellos que no pase nada, la fuentes informativas cada vez son menos accesibles

Sentarse a escribir luego de tener la información, hoy en día es la tarea más fácil del periodista. Tal vez, no deja de ser un poco retardado el proceso de empezar a teclear frente a una página en blanco, pero sus pautas prácticamente son premeditadas con suficiente tiempo, a raíz del frecuente rechazo que reciben de las fuentes oficiales que deberían ofrecerles declaraciones. La solución a esas situaciones es tener una agenda propia, que suele guardar una segunda única opción después de encontrarse con las puertas cerradas en los entes públicos.

Día de un periodista

La misma tarde que termina un día de trabajo para un reportero empieza el otro. Antes de irse a su casa, entre las seis de la tarde u ocho de la noche, debe dejar su propuesta de pauta realizada para ahorrarse trabajo la mañana siguiente. Al llegar al periódico temprano, se reúnen con el editor y discuten qué información llevará cada quien para su página al mediodía, tiempo normal en el que se debe recabar los datos de una noticia, pero de no ser así, es necesario quedarse en la calle hasta que consiga algo que pueda ser publicado en el periódico. A las 2:00 pm tiene otra reunión con el jefe para revisar que se logró y como estará estructurado el diario, al salir todos los periodistas deben escribir su nota y al terminarla y realizar todas las tareas pendientes se pueden manchar a su casa.

Lo que parece un cuento de hadas laboral se convierte en horas de estrés y experiencias satisfactorias o desagradables. Mantener los pies bien puestos sobre la tierra, saber responder a reacciones negativas, esperar por un fotógrafo, soportar colas interminables de vehículos porque el tráfico este paralizado, son las características comunes de un comunicador social que dedica su vida a esta profesión.

El día a día de un periodista está lleno de retos que se encuentran con dificultades. A medida que van pasando los años se están cerrando mucho las fuentes informativas y eso se ha vuelto quizá la tarea más difícil, asegura Natalia Guzmán, periodista encargada de la fuente de políticas en el diario El Tiempo.

En la mañana, los reporteros salen con mucha pauta y llevan un plan de entrevistas que realizar para la búsqueda de la información que necesitan. Los entes públicos generalmente son su primera opción, pero Guzmán manifiesta que en 8 de cada 10 visitas a las alcaldías o ministerios, no los atienden, porque dicen que tienen actividades que hacer y que notificarán el tema a través de sus notas de prensa, y muchas veces el contenido que envían no tiene nada que ver con el enfoque requerido.

Para Miruska Reyes, pasante del diario El Tiempo, la mayor dificultad que encuentra en su trabajo es lidiar con las personas en la calle que no desean dar sus testimonios. Ella tiene ese inconveniente porque dedica sólo un día de la semana para recabar todo el material de su página, ya que se encarga de las denuncias de la comunidad y muchas personas luego de aceptar ofrecer declaraciones, al enterarse para qué medio trabaja desisten, porque piensan que no publican sus denuncias, situación que ocurre cuando las fuentes no dan sus datos personales correctos.

Además otro impedimento para acceder a la información requerida por la pasante recae sobre la disponibilidad de un fotógrafo, pues necesita obligatoriamente que el reportero gráfico la acompañe para obtener la imagen de cada entrevistado para poder publicar su nota.

Así como estas circunstancias que viven los periodistas del estado Anzoátegui y los de toda Venezuela, sucede también en otros países. Lo dice claramente el portal www.eju.tv en una nota publicada por Luz Mendoza y atribuye lo siguiente:

Para el editor de Política del periódico cruceño El Deber, Leopoldo Vegas, el periodista sufre en la actualidad la agresividad de ciertos sectores, ya sean del Gobierno o del frente opositor. En su criterio, un modo de evitar esta difícil situación es que “los medios no se conviertan en actores y se mantengan en la posición de informar de la forma más imparcial posible”.

Además de esto, Vegas cita como escollo para la labor periodística la imposibilidad de acceder a las fuentes de información, como el hecho de que el presidente Evo Morales haya decidido, en su momento, declarar sólo para medios internacionales.

Oportunidades de empleo

En la Universidad Santa María del estado Anzoátegui se gradúan alrededor de 80 comunicadores sociales anualmente, por lo general un estimado de 70 egresados en mención corporativa y 10 en periodismo impreso, según datos ofrecidos por la coordinara de la escuela de Comunicación Social, Reina Taylhardat.

El editor del diario Nueva Prensa de Oriente, Jorge Villegas, señala que en su sala de redacción se le da mucha oportunidad, tanto a estudiantes con sus pasantías como a recién graduados sin que influya en que mención se especializaron. Además comenta que de 11 Periodistas con los que cuenta, 7 son egresados de la USM y en su mayoría comunicadores social corporativos.

Además destaca que hay muchas fuentes de trabajo acá en Anzoátegui, sobre todo para la afluencia de graduados en la mención corporativa, ya que todas las empresas necesitan de uno; como las alcaldías, la gobernación, Cadafe, Polar y así tantas otras compañías establecidas en la zona.

Retos del día a día para los que ejercen el diarismo

El director del periódico Cambio de Bolivia, Delfín Arias, sostiene que el reto del periodista es “hacer periodismo” y también demostrar que “tenemos agallas para hacerlo”, por lo que “yo creo que la profesión concebida dentro de sus propias normas nos va a dar un trabajo para informar a la sociedad, pues uno que defienda la libertad de conciencia podrá ejercer la libertad de prensa”. Publicado en el portal www.eju.tv por Luz Mendoza.

Para el editor de Nueva Prensa de Oriente, Jorge Villegas, todos los días los reporteros deben ir a trabajar con disposición, mentalidad abierta y tratar de hacerlo mejor que los demás, porque “estamos en un mercado de muchísima competencia y hay muchos medios” le gustaría alcanzar el liderazgo que otros ya disfrutan.

El periodista que no tenga retos “tiene que hacerse una autoevaluación y preguntarse hacia donde está enfocado” porque de muchos de ellos, depende lo que la gente va a leer el día siguiente en el caso de los periódicos y en de los otros colegas es lo que la gente va a escuchar en la radio o va a ver en la televisión, sostiene Natalia Guzmán.

[Por: VESTALIA MUÑOZ, estudiante USM]