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Consiguen el eslabón perdido en la evolución de la vida acuática

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Nada más y nada menos que el eslabón perdido en la evolución de los animales acuáticos que habitaron nuestro planeta hace millones de años. Ese sería el rol que cumpliría el lungfish, de la especie “Protopterus annectens”.

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La determinación corresponde a un grupo de investigadores de la Universidad de Chicago. Los expertos han estudiado a fondo la fisonomía y comportamiento de este pez, comprobando que es capaz de levantar su cuerpo del fondo del fango utilizando sus finas aletas pélvicas y caminar, según informa elmundo.es.
Hasta el momento, esas características peculiares eran atribuidas solo a los tetrápodos (animales vertebrados con cuatro extremidades) más primitivos, los primeros en tener patas para caminar y adaptarse a la vida terrestre.
Incluso, se estimó que los restos fosilizados de los tetrápodos pertenecen al actual pez africano. “En algunos de estos rastros, los animales alternaron sus miembros, lo que sugería que los hicieron tetrápodos que caminaban sobre un suelo sólido”, explicó Melinda Hale, co-autora del estudio.
Prueba en laboratorio
Para detectar los movimientos del lugnfish, se diseñó un estanque especial con cámaras. De esa manera, lograron descubrir que sus dos aletas le servían para impulsarse hacia adelante.
“Es algo que solo se puede observar en un animal vivo, porque mirando los huesos fosilizados sería imposible adivinar que se movía de este modo”, aseguró Heather King, otro de los autores.
Durante su caminar, el pez iba alternando el movimientos de sus miembros. La incógnita estaba en saber cómo dos aletas tan finas podían tener tanta fuerza para impulsarlo.
La respuesta fue que la gravedad es menor debajo del agua, por eso al llenar sus pulmones de aire aumenta su flotabilidad, lo que le facilita levantar su cuerpo.
La investigación fue publicada en la revista “Proceedings of National Academy of Science” (PNAS).

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