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Pese a su disconformidad por la forma como Brasil está llevando adelante los preparativos para el Mundial de fútbol de 2014, y aún teniendo derecho a rescindir el contrato, la FIFA tiene firmados 921 acuerdos comerciales que en la práctica la obligan a mantener el evento deportivo en el país sudamericano.
Según informa hoy el diario "Folha de Sao Paulo", los compromisos comerciales firmados por FIFA incluyen derechos de televisión, internet y radio; propiedades de marketing y venta de paquetes turísticos, entre otros.
Si el ente rector resolviera cambiar la sede del Mundial de 2014, deberá renegociar o rescindir cada uno de esos contratos, todos los cuales poseen cláusulas y multas por rescisión o alteraciones en las condiciones estipuladas, entre ellas la de que la cita deportiva será en territorio brasileño.
Según la información divulgada por el rotativo, la FIFA ostenta el derecho de rescindir el contrato con el comité organizador del Mundial (COL), pero el gasto que le insumiría sería millonario.
El rotativo pone como ejemplo los 90 millones de dólares que la entidad deportiva tuvo que pagar en 2006 por la rescisión de un único contrato de marketing, el que mantenía con su entonces patrocinadora Mastercard.
El Mundial en Brasil "es un vuelo sólo de ida para la FIFA", resume Folha la posición de la entidad, pese a que las críticas a la organización tienen una base real: las obras de infraestructura están atrasadas y la ley que regulará la realización del evento aún no ha sido aprobada en el Congreso.
La insatisfacción de FIFA con Brasil, que venía empañando la relación con el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff desde el año pasado, alcanzaron días atrás su peor momento, cuando el secretario general de la entidad, Jerome Valcke, dijo que los organizadores brasileños "debían llevar una patada en el culo para ponerse a trabajar".
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Los dichos del número dos de la FIFA llevaron a que el gobierno exigiera su sustitución como interlocutor entre las partes, y pese a que el dirigente pidió disculpas y Brasil las aceptó, el clima aún es de tensión.
Una de las empresas que más se vería afectada en caso de que FIFA trasladara el Mundial de 2014 a otro país sería su socia Match Hospitaly, la cual tiene firmados 766 contratos con hoteles localizados en las 12 ciudades que recibirán partidos durante el evento deportivo.
Dichos contratos establecen que Match se quede con los derechos sobre las habitaciones durante el Mundial, y pueda revenderlos en paquetes turísticos que incluyen entradas a los partidos.
El presidente de la Asociación Brasileña de Hoteles, Enrico Torquato, explicó que esos acuerdos fueron firmados cuando Brasil fue elegido como sede de la cita deportiva en 2007, bajo el gobierno del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva, y al día de hoy "ya fueron estipulados hasta los precios de las tarifas diarias".
Match puede devolver los derechos sobre las habitaciones en caso de que el evento cambie de país, pero tendría que reiniciar en la nueva sede toda la negociación, que en Brasil duró cinco años.
La FIFA tiene además, según Folha, contratos firmados con 100 medios de comunicación, que abarcan 189 países, y 18 contratos de patrocinio para el mundial en Brasil, de los cuales cinco son con empresas brasileñas.