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Cuba puso el lunes en alerta a su sistema de defensa civil debido a una extensa sequía que amenaza con empeorar en los próximos meses, tras dañar la agricultura y obligar a que más de un millón de personas dependa de agua repartida por camiones.
La sequía está dañando los cultivos de la isla, entre los que destacan tabaco, azúcar, hortalizas, arroz, café y frijoles. Además, ha dejado a uno de cada 10 residentes a merced del paso de los camiones cisterna estatales para sobrellevar el calor récord del verano.
El Gobierno cubano, que no ha proporcionado un desglose nacional de los daños causados por la sequía, dijo el lunes que se están tomando medidas de emergencia a todo nivel, incluyendo el racionamiento estricto del agua.
La isla de Gobierno comunista pierde alrededor del 50 por ciento del agua bombeada de sus embalses debido a fugas. Hay poca irrigación de las tierras agrícolas y los sistemas existentes son anticuados e ineficientes.
Las condiciones de sequía en todo el Caribe, causadas por el fenómeno conocido como El Niño, han dejado los embalses con el 37 por ciento de su capacidad.
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La sequía podría llevar a un mayor racionamiento en las grandes ciudades y decisiones difíciles en cuanto a la distribución del agua para la siembra de invierno, la temporada turística y la molienda de caña de azúcar, que comienzan en noviembre.
Para la temporada de lluvias de este año, que incluye la época de huracanes, se esperan niveles bajos de precipitaciones debido a El Niño.
Hace siete años que un huracán no afecta a toda la isla, algo que normalmente ocurre cada temporada y trae como consecuencias lluvias torrenciales.
Fuente: [Reuters]