«De Guacara a Vigirima», por @glimargica

Generalmente pensamos que el carro es para ir al trabajo, al mercado, llevar a los niños al colegio, etc. Pero que dichosos nos sentimos cuando los potentes caballos de fuerza de nuestro vehículo nos sirven para rodar sobre la capa asfáltica que nos permite conocer y disfrutar la hermosura de nuestro país.

En días pasados nos encontramos con la pureza del medio ambiente, una vez que estando en el centro del país para visitar a los familiares, decidimos pasear por la industrializada carabobeña ciudad de Guacara, llamada oficialmente San Agustín de Guacara, capital del Municipio del mismo nombre, y sus alrededores.

Guacara fue escenario de la guerra de Independencia en cuyo devenir intervinieron importantes personajes unidos a la localidad como el Marqués del Toro y el General Diego Ibarra, Edecán del Libertador.

Primero fue un breve paso por el Centro Comercial “Piedra Pintada”, aunque un poco descuidado, todavía atrae por la belleza de su edificación que honra a la arquitectura rupestre cercana.

Continuando nuestro recorrido llegamos a la pintoresca población de El Toco donde nos dimos un “baño de naturaleza” cobijándonos en un buen tramo de la carretera con la fresca sombra que nos ofrecen las ramas de los frondoso árboles las cuales se unen en el cielo en fraternal abrazo para beneplácito de nuestros sentidos.

Esta zona luce bastante fresca y suponemos que tiene que ser así debido a la cercanía de esta tierra con el lago de Valencia y los ríos Guacara y Vigirima.

Quisimos visitar el Complejo Arqueológico Piedra Pintada para ver los famosos petroglifos de Vigirima pero las autoridades que participaban en el operativo Semana Santa nos advirtieron no pasar para el lugar debido a que, lamentablemente, la inseguridad ronda por esos lares.

Debemos destacar que la Batalla de Vigirima, que tuvo lugar el 23 de noviembre de 1.813, considerada la batalla más larga de la independencia de Venezuela, fue una contienda decisiva liderada por José Félix Ribas.

Al final del camino, donde todo se devuelve, antes de rodear la bella Plaza Bolívar, hacia un lado y a orillas del río Vigirima donde la gente acude en fines de semana a aliviarse del calor, se encuentran los vestigios de la construcción que se conoce como “La Casa de Pimentel” o “La Pimentelera” que en su época fue la finca cafetalera más moderna de Latinoamérica porque era la única en la localidad encargada de producir el café, alrededor del cual giraba la fortuna de don Antonio Pimentel quien la adquirió en 1.926.

La Quinta Pimentel fue poseedora de una estructura colonial de dos pisos muy bella, decorada con piedras hermosas en todas sus paredes. Tenía grandes corredores, piscina, muchas áreas verdes y hasta una pequeña capilla.

También contaba con un molino que era movido por la fuerza del agua que bajaba desde la montaña.

Actualmente los integrantes de varios consejos comunales están a la espera de recursos para remodelarla y convertirla en museo e invitar a propios y visitantes a conocerla.

Esperamos poder hacerlo muy pronto.

Gliceria Gil / @glimargica