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Gualberto Ibarreto dice en una de sus populares canciones “esa carta desgraciada”, y Reinaldo Armas también expresó en verso otra alusión a las misivas cuando escribió “esa carta que me mandaste no tiene razón de ser”. Me imagino que ambas piezas deben ser hoy las preferidas de Nicolás Maduro.
En medio del pandemónium del Psuv otro ex ministro del gobierno de Hugo Chávez, Héctor Navarro, salió con otra carta solidarizándose con su compañero de lucha y de gobierno, Jorge Giordani, y atacando al Presidente de la República.
Dijo que “debería meter presos a los corruptos de Cadivi” y pidió formalmente que Nicolás fuera un estadista, lo que evidencia a qué profundidad está la fractura en el seno del oficialismo.
Mientras que Giordani es condenado por traidor y Héctor Navarro es pasado al Tribunal Disciplinario por apoyar a aquél, la artista que votó por Henrique Capriles y que algunos meses después “vio la luz” y se confesó chavista, Gigi Zanchetta, tuiteó que se sentía feliz por estar legalmente inscrita en el Psuv.
Es decir, mientras sacan a patadas del partido de la llamada revolución a los más cercanos colaboradores de Hugo Chávez, el madurismo se nutre de conductores, presentadores, actores y demás como si el Palacio de Miraflores fuera un teatro.
¡Ya sé que Nicolás es un títere movido por el titiritero habanero! Aunque esto no puede justificar el espectáculo de comicidad que se vive en las alturas del poder, mientras que millones de venezolanos son carcomidos por la inflación, la escasez y la inseguridad.
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Mientras exilan del Psuv a Héctor Navarro, Jorge Giordani y Vanessa Davies, todos comunistas o socialistas revolucionarios, con los cuales no comparto ninguna coincidencia ideológica sino por el contrario una profunda discrepancia conceptual y política, suman a sus filas a Zanchetta, Winston Vallenilla, Roque Valero, Magglio Órdoñez, el “potro” Álvarez lo que demuestra que el Psuv de socialista pasó a ser farandulero.
El Partido Socialista Unido de Venezuela en sus siglas Psuv pasó a ser el Partido Farandulera Unido de Venezuela que sería representando en la abreviatura Pfuv. ¿Qué hubiera dicho el “galáctico” de todo esto?
Cambiar políticos, economistas, dirigentes y analistas por artistas es insólito. Los primeros están formados aunque en pensamientos equivocados y los segundos sólo sirven para realizar sus show, y lo peor es que el madurismo ha seleccionado lo peor de nuestro mundo farandulero, ¿qué más esperar de ellos?
Por José Dionisio Solórzano