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La caída del puente de Cúpira reedita la misma historia del viaducto de la autopista Caracas-La Guaira. El puente se va a caer, se va a caer, se va a caer, ¡se cayooooo!
Hace 5 años los equipos municipales del estado Anzoátegui cercanos al puente de Cúpira, San Juan de Capistrano (Boca de Uchire) y Bruzual(Clarines), y sus iguales del estado Miranda, ordenaron un estudio sobre el eventual colapso de la importante arteria de comunicación.
El informe fue enviado al servicio de Protección Civil de ambos entidades y al entonces Ministerio de Transporte y Comunicación. Nada se hizo. Indiferencia total del gobierno más incapaz y corrupto de nuestra historia.
Tres años después se cumplió parcialmente el diagnóstico, el puente de Cúpira cedió. La crisis fue terrible en la llamada troncal 9. El olvidado ministro Mauricio Garcés acudió, pañitos de agua caliente en mano, maquilló el puente y se tomó la foto de triunfador.
La improvisación y la desidia acaban de pasar la factura. El puente de Cúpira se partió en dos, como una galleta de soda. Una estructura de ese tipo no se parte de ese modo de la noche a la mañana salvo por la incapacidad del gobierno. La consecuencia es la incomunicación de cientos de miles de personas que usan ese puente a diario desde y hacia el Oriente del país.
Hay evidencias de que el puente de Clarines (distribuidor clave entre Anzoátegui, Guárico y Miranda) muestra visible deterioro, hay amenaza de un posible colapso. Hace 7 años cedió, lo maquillaron, y ya. El régimen del Caradura espera que también se caiga para actuar.
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Por: José Luis Farías / @fariasjoseluis