En Tiempo Real: «La revolución de los electrodomésticos», por @carlosvalero08

La noche del 9 de noviembre de 1938 ocurrió en la Alemania Nazi lo que se conoce como la noche de los cristales rotos, una operación de violencia contra las propiedades y tiendas pertenecientes a los judíos, realizada por grupos paraestatales pertenecientes al partido de Hitler, con la mirada distraída del Estado, que permitió que aquella barbarie ocurriese como un paso hacia la consolidación del poder total. Casualmente, la mañana del sábado 9 de noviembre ocurrió el saqueo a la tienda Daka de Valencia, previo a una declaración pública de Maduro donde expresaba, palabras más palabras menos: “que no quede nada en Daka”.

Sobre la forma como el gobierno está asumiendo el problema de la crisis económica, producida por ellos mismos, caben tres explicaciones posibles: en primer lugar, pareciese que el ala radical y comunista del PSUV, encabezada por Giordani y Raúl Castro, decidieron dejarse de andar por las ramas y piensan instaurar en nuestro país un modelo económico completamente controlado por el Estado, desde la producción de bienes industriales, las telecomunicaciones, las industrias de armas bélicas, hasta las panaderías, tiendas de electrodomésticos, caucheras, peluquerías y kioskos de ventas de películas piratas. Todo. Aunque suene como una pesadilla imposible de materializarse, les recuerdo a mis lectores que así es el modelo cubano, así ocurrió en la Unión Soviética y ello es lo que tiene en la cabeza Giordani, quien nunca ha creído en la democracia, el mercado, el emprendimiento individual o el trabajo productivo.

La otra tesis indica que este caos se debe a los cálculos electorales, ya que el derrumbe de la imagen de Nicolás y Cabello ante la opinión pública es demasiado público y notorio y necesitan jugarse una carta audaz que cambie las tendencias de opinión y atenúe el impacto negativo que una derrota tendría sobre la mermada legitimidad de origen y desempeño del joven y nefasto gobierno de Maduro. Por supuesto que esta tesis tiene algo de aval con la realidad, debido a que el gobierno ha asumido la elección del 8D como una prueba de fuego, casi que como el preludio de una guerra civil y ante tal visión catastrófica, vale atreverse a cualquier locura para evitar que la misma ocurra. Quizás por ello usan los electrodomésticos y la imagen de un Maduro transfigurado en especie de Robin Hood rojo, encargado de quitar a los ricos mercaderes la mercancía y devolverla al pobre y desvalido pueblo. Llama la atención que hayan comenzado por Daka, empresa señalada por las leyendas urbanas como vinculada a un gobernador rojo del centro del país.  Es decir, podría perfectamente tratarse de una especie de auto inspección, un teatro para obligar a las demás a bajar precios. igual, de ser cierto, creo que les salió el tiro por la culata.

La tercera hipótesis, es que una vez derrotado Merentes y su atisbo de racionalidad económica, los hacedores, militares y autoritarios, de políticas públicas hayan decidido resolver el tema de la inflación a punta de bayonetas y cárcel. Para ellos, lo que no han podido hacer los economistas lo pueden resolver los militares. Algo así como el médico que frente a un paciente gravemente enfermo decide recetarle un veneno para que su dolencia se vaya con la vida. De ahí que el paralelo se resuelve eliminando las páginas que informan sobre el mismo. El pecio de los vehículos nuevos, que no se ven por ningún lado, se resolverá limitando la página de internet dedicada a publicar la venta de carros nuevos y usados y por supuesto, la inflación la resuelven impidiendo el comercio, porque cuando se obliga, so castigo de ser saqueado y encarcelado a vender por debajo del precio de reposición, en la práctica condenas a esas empresas a dejar de vender. Sin ánimo de defender a los especuladores, está claro que el caos económico del PSUV es el caldo de cultivo para que estos florezcan, porque en Bolivia, Ecuador, Colombia o los EEUU, los comerciantes que especulan quiebran porque la gente no compra sus productos.

En realidad, la explicación obedece a un poco de cada una de las anteriores hipótesis. Creo que desafortunadamente para el progreso de nuestra patria el PSUV decidió desaparecer la libertad económica, el emprendimiento privado y el concepto de empresa productiva. Ahora bien, considero muy poco probable que el país asuma pasivamente la destrucción planificada de nuestra querida Venezuela. Por más prebendas y subsidios al mundo militar y a los más desposeídos, se terminará imponiendo el sentido común y los valores democráticos de los venezolanos. La locura del oficialismo debe responderse con una votación masiva y una permanente disposición a protestar y alertar a nuestro entorno sobre lo que ocurre. Para mi sorpresa, en las bases del partido de gobierno existe un profundo rechazo a las tendencias autoritarias y al modelo de país que Giordani quiere para todos nosotros. Más temprano que tarde, chavistas y opositores se unirán en una causa común por volver a ser una república independiente, democrática, sensata y productiva.

@carlosvalero08 / Carlos Valero