Los jóvenes que con 20 años tienen muchas posibilidades de tener serios problemas de salud cuando lleguen a los 40: diabetes, hipertensión arterial y enfermedad cardiovascular serán, según un estudio que se publica en BMJ Open, sus principales problemas.
De todos es sabido la relación directa entre la obesidad y la diabetes y la enfermedad cardiovascular; sin embargo, no está demasiado claro cómo influye la obesidad juvenil en dicho riesgo.
Así, los investigadores analizaron la salud de 6.500 voluntarios daneses: todos había nacido en 1955, y fueron controlados desde los 20 años hasta los 33 o los 55. El primer análisis mostró que el 83% tenía un peso normal, el 5% bajo peso, uno de cada 10 sobrepeso y el 1,5% eran obesos.
Diabetes
Con el tiempo, los investigadores vieron que la mitad de aquellos que eran obesos a los 20 años tenían diabetes, hipertensión arterial, trombos en las piernas o pulmones, o había fallecido por un ictus o un infarto antes de los 55 años.
En concreto, las personas que durante su juventud era obesas, tenían ocho veces más posibilidades de padecer diabetes que los que tenían un pero normal y cuatro veces más probabilidades de tener un tromboembolismo venoso fatal. Además, el riesgo de tener hipertensión, de haber sufrido un infarto o de haber fallecido por cualquier casa era más del doble.
Los investigadores vieron que por cada unidad del Índice de Masa Corporal que aumentaba esto se relacionaba con un incremento de un 5% en el riesgo de hipertensión arterial, de un 10% de tormbos sanguíneos y de un 20% de diabetes.
En conjunto, los resultados que los jóvenes obesos tenían tres veces más probabilidades de tener algunas de estas enfermedades -diabetes, trombos o hipertensión- en los 50 que una persona con el peso normal.
Los resultados demuestran, una vez más, el importante riesgo que tiene la creciente epidemia de la obesidad. «La morbilidad -enfermedades asociadas- y mortalidad de la obesidad supone, no sólo un riesgo para la salud, sino uno coste que muchos sistemas sanitarios serán incapaces de soportar», concluyen los investigadores.
[Fuente: abc.es]