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Sólo imaginar la situación puede generar ansiedad para muchxs. Lo primero, aunque parezca muy básico, es que ambos tengan el mismo concepto de infidelidad, pues si para uno significa solo coquetear con un tercero, y para la otra persona significa besarse y/o acostarse con alguien más, pues se está en dos niveles diferentes. Es conveniente, desde el inicio de la relación, definir infidelidad sexual y emocional.
Hay personas que están seguras de conocer sus límites en estas situaciones, información que es adecuada compartirla con la pareja, para construir bases de la relación.
La infidelidad es un acto de responsabilidad personal. Estar con una tercera persona es decisión de cada quien. El otro no empuja ni obliga, aun cuando la relación con la pareja no sea del todo armoniosa ni satisfactoria.
No es del todo cierto que una persona que comete una infidelidad lo repetirá, por ello es importante tener una conversación franca y a la vez dolorosa para identificar causas, reconocer responsabilidades y entre ambos determinar que se hará en adelante. La teoría es más sencilla que la realidad, porque la conversación puede estar llena de culpas, dolor, señalamientos, etc, sin tomar en cuenta los matices individuales de cada pareja, como por ejemplo: ¿Cómo se descubrió la infidelidad? Si la relación con la extra pareja continúa o si se trata de un hecho aislado, si fue con una persona cercana, una persona del mismo sexo, etc.
La confianza y la credibilidad en definitiva están quebradas, así que hay que buscar mecanismos para tratar de resolver, si tienen la voluntad, claro está. El amor NO lo puede todo, es un pensamiento romántico. Se requiere mucha madurez y ganas para tratar de resolver esta situación. Si las herramientas personales no son suficientes, siempre la ayuda terapéutica es adecuada.
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Por otra parte, es oportuno considerar las consecuencias para la salud sexual y reproductiva de la infidelidad: posibilidad de embarazos, infecciones, etc.
Si se desea perdonar lo ocurrido, vale la pena preguntarse si se puede continuar con la relación sin resentimientos, sin espiar sus redes sociales, sin hacer un exhaustivo interrogatorio cada vez que ocurre algo “sospechoso”.
Por otra parte, identificar y valorar si hay un verdadero compromiso de la otra persona para continuar con la relación. Vía: EMEdeMUJER.
Vivir una situación de este tipo puede ser muy doloroso y, para sanar heridas, es un proceso que requiere tiempo y en muchas casos, intervención de una persona experta. Si quieres hacerlo, no dudes en agotar los recursos, aunque perdonar la infidelidad no siempre significa permanecer con la pareja.