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Los dolores de parto le dieron dos meses antes de la fecha. Los exámenes de rutina previos a la cesárea arrojaron un resultado inesperado. Amanda -nombre ficticio- salió positiva para el Virus de Inmunodeficiencia Humana. Aplazaron la operación para que tanto ella como el bebé recibieran tratamiento, que se extendió un mes después que diera a luz. A casi tres años del diagnóstico, al niño se le hace un chequeo anual aún cuando resultó negativo para el VIH; y la madre, oriunda de Valera, estado Trujillo, viaja al menos cada seis meses a Maracaibo para hacerse las pruebas de control y seguimiento de la enfermedad.
En cada viaje puede gastar hasta dos mil bolívares. Debe salir de madrugada «para que le rinda el día»; cuando el carrito no se llena le toca pagar hasta tres puestos, a 200 bolívares cada uno. Además de las comidas y los taxis desde el terminal de pasajeros hasta el Hospital General del Sur (HGS) y de regreso, el presupuesto se incrementa si le toca dormir en la ciudad.
Y es que en el HGS se encuentra el único laboratorio del Occidente del país que hace las pruebas de carga viral y subpoblación linfocitaria, necesarios para evaluar la aceptación del paciente al tratamiento antirretroviral o determinar la necesidad de un nuevo esquema de fármacos. El control debe ser dos veces al año. Sin aire acondicionado y en condiciones poco aptas para las personas inmunodeprimidas, atienden a los provenientes de Lara, Trujillo y Falcón. Solo del Zulia se cuentan más de 10 mil enfermos que requieren estos exámenes.
Amanda no se hace el chequeo desde hace más de nueve meses ante la escasez de reactivos que se hizo constante el año pasado. El viaje que hizo en agosto fue en vano. Regresó a finales de diciembre y solo se pudo hacer el de carga viral. Debe volver por el otro, sin nadie que le reconozca las faltas en el trabajo y los gastos de cada traslado. De hacerse las pruebas en el sector privado gastaría más de tres mil bolívares.
«Esta situación es grave, esos exámenes son importantes para nuestra salud. Hay pacientes que ya no les hace efecto el medicamento y para cambiarlo necesitan los resultados de las pruebas. No todos podemos pagar para hacerlos aparte».
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Déficit general
Así como sucede con los medicamentos, los reactivos también los envía el Ministerio de Salud «con nombre y apellido», de acuerdo a la base de datos que maneja el ente de las personas con VIH; explicó Ower Oberto, director comunicacional de la Asociación en Pro de los Derechos de Personas con VIH (Aprovida). «En ocasiones llegan los reactivos, pero sin los tubos de ensayo. También faltan las inyectadoras, algodón y hasta el alcohol. Muchas veces los pacientes deben llevar los insumos. El personal del laboratorio trabaja con las uñas, ni siquiera hay hojas para entregar los resultados».
Lo mismo padecen quienes desean realizarse la prueba Elisa, para la detección del virus en la sangre. Solo la hacen en el ambulatorio Francisco Gómez Padrón, mejor conocido como la Sanidad. Reparten 20 números al día, hay personas que tienen más de cinco meses esperando. El examen también se recomienda para las parejas de quienes padecen la enfermedad. Los afectados empiezan a hacer cola desde las 4.00 de la mañana. Al mes se detectan no menos de 100 nuevos casos en el estado.
Para la consulta, el lapso de espera es de cuatro a cinco meses. Y es que el Programa VIH/Sida en el Zulia cuenta con pocos médicos. En la Sanidad solo hay dos para atender a un promedio de 80 personas al día. «El problema es que no están preparando a nadie para reemplazar al personal médico». También esperan desde la madrugada para que los atiendan.
10 mil zulianos se hacen las pruebas de control del sida en el HGS
VIH en cifras
20 venezolanos se infectan cada día con el VIH. Cada semana son 196 casos y al mes serían 784.
11 mil nuevas infecciones ocurren al año en el país, la mayoría en jóvenes de 15 a 24 años. El subregistro se calcula en 22 mil afectados por la enfermedad.
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Mil 600 muertes por sida se registran anualmente en Venezuela.
En Zulia seis mil 500 personas reciben tratamiento antirretroviral (ARV), y se calcula que la misma cantidad tiene la enfermedad, pero aún no requiere de los fármacos.
Hay retraso en las aprobaciones de los esquemas de ARV a las personas con VIH que necesitan iniciar el tratamiento de forma temprana.
[Fuente: laverdad.com]