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Bélgica acaba de aprobar una histórica ley que legaliza la eutanasia infantil, pero la atención de los medios de comunicación y de la sociedad del país parece estar centrada en temas mucho más banales. Por ejemplo, la imagen de apenas tres segundos que ha sido emitida por un programa de televisión belga en la que se ve la musculosa espalda del primer ministro, Elio Di Rupo (62). El asunto, lejos de quedarse en una simple anécdota, ha provocado un agrio enfrentamiento del premier con varios diputados de la oposición, que consideran el supuesto descuido una cuidada estrategia para ganar popularidad de cara a la próxima campaña electoral.
La imagen corresponde a una toma del programa Kroost, en el canal flamenco VIER, rodada el pasado 21 de julio, el día de la Fiesta Nacional de Bélgica, que coincidió con la ceremonia de abdicación del Rey Alberto. Aquel día, especialmente caluroso, Di Rupo participó en los actos de celebración y las cámaras captaron el momento en el que se cambiaba de camisa, dejando a la vista una espalda que ha provocado reacciones para todos los gustos.
Pionero y orgulloso
Di Rupo es el primer ministro europeo que se declara abiertamente gay y es bien conocida su afición por el gimnasio y el cuidado personal. Mientras que en su gabinete defienden la difusión de estas imágenes por ser «respetuosas» con la sensibilidad de los espectadores, algunos partidos de la oposición las han calificado de «extravagantes» y «vergonzosas».
«Estoy avergonzado por la imagen que da nuestro país», ha dicho Alain Destexhe, un diputado liberal de la región de Valonia. «¿En qué país del mundo un jefe de Gobierno daría una imagen tan devaluada de sus funciones y de sí mismo? Imaginen a Obama, Hollande, Rajoy, Merkel o Cameron desvistiéndose delante de la cámara», agregó.
La polémica no reside tanto en el contenido de las imágenes sino en el consentimiento que el gabinete de Di Rupo ha dado para su difusión. Pero lo cierto es que una simple espalda desnuda no parece ser motivo de vergüenza para el carismático Di Rupo, que ya ha protagonizado otros momentos televisivos para la historia, como cuando besó en directo a un transexual durante una gala musical.
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La imagen trae inevitablemente a la memoria las que difundió el Kremlin del presidente ruso, Vladimir Putin, luciendo el torso desnudo durante un día de pesca. Al igual que ahora, aquella estrategia comunicativa también provocó una fuerte controversia en el país.
La personalidad de Di Rupo se define en gran medida a través de sus pajaritas, rara vez se le ve con corbata, sus extravagantes lentes y una media melena rejuvenecedora. La franqueza con la que este político socialista, de 63 años, ha afrontado su homosexualidad ha jugado claramente a su favor, especialmente después de que en 1996 recibiera falsas acusaciones de pederastia por parte de un joven belga en el famoso Caso Dutroux.
Di Rupo nació sólo un año después de que falleciese su padre y creció rodeado de seis hermanos. Se vinculó al socialismo desde joven, cuando estudiaba la carrera de Ciencias Químicas en la Universidad de Mons. Luego de una breve etapa como profesor, inició su carrera política como eurodiputado, primero, y senador después. En 1992 formó parte del Gobierno de Jean-Luc Dehaene como ministro de Eduación.
No obstante su gran hazaña política llegó tras las elecciones de 2010, cuando el entonces rey de los belgas, Alberto II, le encargó la tarea de negociar con los diferentes partidos políticos del país para formar Gobierno. Lo consiguió tras varios meses de discusiones y desde entonces ha encabezado el Ejecutivo de coalición en el que participan seis fuerzas políticas diferentes.
[Fuente: elmundo.es]