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Desde el pasado miércoles, a través de las redes sociales y el “boca a boca”, barceloneses denunciaron que el agua comenzó a salir de sus grifos con un color marrón y mal olor.
Los rumores surgieron a raíz de este fenómeno y el más comentado era sobre una posible falla en la planta de tratamiento José Antonio Anzoátegui.
A la redacción de El Tiempo llegaron abundantes quejas. Gleidys Blanco indicó que en su sector, Las Casitas del municipio Bolívar, tuvieron que adquirir varios garrafones de agua. Lo mismo dijo su vecina Yelitza Gómez.
El presidente de la Hidrológica del Caribe (Hidrocaribe), Antonio Arreaza, invitó al equipo reporteril de este medio de comunicación a un recorrido por la planta para dejar por sentado que allí todo funciona a la perfección, y aprovechó para explicar las razones del problema.
Indicó que a finales de la semana pasada, se puso en funcionamiento parcial y experimental el alimentador Barcelona Norte, obra que se ejecuta desde 2011 y que busca mejorar la presión del servicio en varias comunidades de la ciudad capitalina.
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Esta red cuenta con cuatro nodos que distribuirán el recurso hídrico que sale de la planta José Antonio Anzoátegui hacia Barrio Sucre-Tronconal, Puente Monagas-Colinas de Neverí-Portugal, Bacazaraza-Nueva Barcelona y Pedro María Freites – Las Casitas -29 de Marzo-Pica de Maurica.
“Abrimos sólo el último punto para probar que todos esos sectores recibieran agua. Funcionó a la perfección, pues pasaron de tener apenas 2 libras de presión a unas 10 libras. Sin embargo, como antes prácticamente no les llegaba el vital líquido, las tuberías estaban sumamente sedimentadas y con óxido, el torrente arrastró todo ese material”, explicó Arreaza.
El presidente de Hidrocaribe admitió que entre las consecuencias de la apertura de ese nodo habían previsto más que todo roturas de tuberías, cosa que no ocurrió, pero no esperaban que la red estuviera tan sedimentada.
Por ello, ayer la hidrológica procedió a cerrar el alimentador, y el agua comenzó a surtirse únicamente a través del viejo distribuidor Zona Industrial.
Arreaza estimó que para hoy los sectores afectados deberían tener nuevamente el recurso hídrico cristalino, mientras que Las Casitas, Brisas del Mar y las zonas aledañas experimentarían otra vez baja presión.
Próximos trabajos
El presidente de la hidrológica informó que el problema que se presentó en los últimos días le aclaró el panorama a la empresa sobre el estado en que se encuentran las tuberías que con el nuevo alimentador recibirán agua con presión.
“A partir de la semana entrante aplicaremos un programa de limpieza de las redes por descargas. Vamos a abrir los hidrantes para que los tubos queden libres de sedimentos y así poner lo más pronto posible en funcionamiento el distribuidor Barcelona Norte. Vamos a anunciar el cronograma oportunamente para que las personas estén enteradas y no crean que hay botes de agua”.
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A la espera
Ayer en la tarde, los barceloneses continuaban con las denuncias. Patricia Chaurán, habitante de un conjunto residencial en Nueva Barcelona, comentó que el miércoles a las 2:00 pm fue que se dieron cuenta de la situación, cuando se disponían a realizar quehaceres del hogar.
Cristóbal Méndez, habitante de Las Casitas, uno de los sectores más afectados, manifestó que en tres días había gastado al menos Bs 300 en botellones de agua mineral. “Lo peor fue que ese lodo entró a nuestro tanque y tuve que pasar toda la mañana de este Viernes Santo limpiándolo, porque si llegaba el líquido claro igual se iba a ensuciar. Haber perdido mi día libre no se puede cuantificar”.
María Alejandra Jiménez, quien vive cerca de la avenida Cumanagotos, dijo que optó por irse a pasar los días del asueto en casa de sus padres en Puerto La Cruz, pues tiene dos niños pequeños y no podía “ni lavarles los platos ni prepararles jugos”.