Juan Pablo Guanipa: «Lo peor que puede pasar es que el color político logre desunión»

La Costa Oriental del Lago de Maracaibo durante los últimos cincuenta años ha sido la región que más recursos económicos ha generado al país; aun así sus barriadas siguen sin contar con los servicios públicos básicos. En algunos casos falta la red de gas, en otros el alumbrado público y hasta la red de cloacas; tal es el caso del Barrio Constitución, ubicado en la parroquia Libertad del municipio Lagunillas, que con más de veintidós años de fundado sus vecinos siguen clamando por su consolidación.

Juan Pablo Guanipa, concejal de Maracaibo, atendió al llamado de los vecinos y los visitó para orientar e intermediar en la gestión de la solución de los problemas de esta comunidad, los cuales se han visto profundizados por las diferencias políticas. “Lo peor que puede pasar es que el color político logre desunión; aquí al llegar lo que te recibe es un aviso inmenso que dice `Bienvenido al Barrio Constitución`, con una imagen del Che Guevara. Si de aquí sale el petróleo como es posible que la gente viva así. Lo ideal es realizar una asamblea de ciudadanos y que decidan quienes son los voceros”.

El principal problema de esta comunidad es la falta de red de aguas negras; cuentan con pozos sépticos que cada vez que llueve se desbordan, lo que ocasiona un grave problema de salud pública y paradójicamente afecta la economía de las familias del sector que a duras pena tienen para comer.

“Tenemos gas, agua y electricidad. Los caños no están embaulados. No hay red de cloacas y asfaltado. Tenemos un pozo séptico y el achique nos cuesta entre 300 y 400 bolívares”, afirma Magaly de Pérez, vecina del barrio Constitución.

Mercedes Rincón tiene 20 años en el barrio y su mayor preocupación es la salud de su familia. “El barrio está en la quiebra; hay dengue, niños y adultos tienen enfermedades en la piel y mononucleosis. La escuela, que es bolivariana, no está dotada como dicen; no hay comida y los niños salen temprano. Este es un barrio muy bueno y no se puede perder así”.

Por su parte, Wilmer Olivares ratifica el grave estado en que se encuentra la escuela Ubencio Velázquez y afirma que el concejo comunal no hace lo que le corresponde. “El colegio está en el abandono. La cocina y las neveras no sirven, no tiene electricidad y el consejo comunal no ha hecho nada. Está vencido desde hace dos años y no se van, dicen que hay proyectos y no los veo”.

Olivares dice estar dispuesto a participar e involucrarse en el concejo comunal si se lo permiten, mientras que una representación del consejo comunal defiende las gestiones realizadas para mejorar las condiciones de su comunidad. Onidelia Cárdenas, asegura que han hecho todo lo posible para favorecer a los vecinos pero no han conseguido respaldo en las autoridades gubernamentales.

“Hemos buscado enlace con la alcaldía, a todas partes, hasta a Caracas y nos han cerrado las puertas. Hicimos 44 casas y quedan 10 por hacer. Al alcalde Francisco Alvarado le pedimos atención. Desde que el alcalde anterior salió no han hecho nada por nosotros. Dónde esta lo que dijo el presidente que trabajaran con las comunidades y no han hecho nada. Al terminar las 10 casas que faltan entregaremos el consejo”.

Ramón Vargas, fundador de la comunidad recuerda que algunos años atrás las cosas eran distintas. “Estamos olvidados. Aquí hubo una vaguada que se llevó 3 casas durante la gestión de Mervín Méndez y él enseguida construyo 4 casas. Hay un proyecto hecho por PDVSA alcaldía y gobernación pero está estancado. Hay un área de subsidencia donde hay una planta de tratamiento, allí la alcaldía pondría la maquinaria para el proyecto de casas y nada. Pedimos que venga por lo menos la gente de PDVSA para culminar el proyecto habitacional”.

Juan Pablo Guanipa solicitó el inicio del proyecto de embaulamiento y construcción de la red de cloacas que es el mayor problema de la zona. “La comunidad no ve un color político y está dispuesta a aceptar ayuda de donde venga.”

[Fuente: Prensa Juan Pablo Guanipa]