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Todos los caminos de la democracia y del pueblo conducen hasta el seno de la campaña de Henrique Capriles Radonski y a su propuesta de progreso para todos por igual, mientras el oficialismo pierde la brújula y se va quedando sin caminos.
Se va abriendo en el horizonte, el camino se extiende frente a todos los venezolanos, mientras que el sol le pega en la espalda al inquilino de Miraflores, quien hasta sin discurso se está quedando a la vez que la nación entera se monta en el autobús del progreso y se enfrasca en la necesidad de un buen gobierno que sí atienda las necesidades del colectivo.
El oficialismo se pierde en su elocuencia sin efecto, se pierde en el abismo eterno de su incapacidad y de su carencia de visión, el oficialismo se ahoga en las lluvias de este inverno que hace estragos por toda la república, este Gobierno se extravía entre la oscuridad producto de una revolución energética que nunca encendió. Esta es la triste realidad, el lamentable legado de un régimen que no comprendió cuál era su verdadera responsabilidad para con el pueblo y el porvenir de la sociedad venezolana.
Existe en este momento un solo camino y es el que encarna el paladín del progreso y el defensor de una Venezuela incluyente, es el que nos señala el flaco de Miranda que se ha convertido en el caminante por excelencia de toda la nación, quien es reconocido como el vocero de un pueblo que se hartó de los engaños de boinas roídas y de las frases secas como burlonas de un semi-líder que defraudó a más de un incauto.
El camino del fututo no lo guía un representante del pasado como Chávez, el camino del porvenir lo encarna un joven dirigente que se ha ganado su puesto de representante de las fuerzas de la alternativa democrática voto a voto, quien ha escalado a la cúspide de candidato presidencial después de haber recorrido la escalera de diputado, alcalde y gobernador. El camino del mañana lo señala un triunfador como Capriles Radonski.
En Anaco, este pedacito de tierra anzoatiguense, este rinconcito de pueblo, se siente un vendaval de esperanza en el progreso que pregona el candidato de la unidad democrática. En este municipio oriental la gran mayoría de este pueblo acontecido y abandonado no volverá a equivocarse al darle su voto a un presidente que lo ha engañado con promesas frígidas y propuesta de cenizas.
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Los anaquenses daremos todo para que Capriles sea presidente de Venezuela, para que Antonio Barreto Sira sea el próximo gobernador y para que Jacinto Romero Luna se convierta en el próximo alcalde del municipio. Hay un camino y lo estamos recorriendo con fervor y amor nacionalista.
Por Ana Martínez / @ana_anaco