La burrita Primrose vino al mundo de forma prematura y con los huesos de sus patas sin desarrollar por completo. A sus tres semanas de edad, y gracias a unos yesos de color rosa, camina por primera vez.
Primrose vive pegada a su madre y gracias a su tozudez y al cariño de sus cuidadores está saliendo adelante.
23 de agosto de 2012Curiosidades