Sí recuerdan la presentación de Microsoft hace algunos días, se acordarán que los ejecutivos de la compañía que expusieron aseguraron que el soporte para tarjetas microSD permitiría agregar contenidos y serviría para instalar aplicaciones a nuestros teléfonos basados en el próximo sistema operativo.
El hecho de saber que las apps podrían ser agregadas de esta manera fue motivo de alegría para muchos usuarios, los que vieron en esto una alternativa viable para instalar software directamente en la tarjeta, dejando espacio libre en la memoria interna del equipo.
Sin embargo, esas apreciaciones quedaron en nada, pues Microsoft aseguró que las microSD no servirán para conservar tus aplicaciones instaladas ahí. Sólo servirá para propiciar instalaciones de software creado a la medida — por ejemplo, empresas y sus programas de uso interno — que no tendrá que pasar por el Marketplace para ser cargado a los equipos de cierto entorno.
La complicación viene de la mano con las posibles restricciones que los fabricantes tengan para las capacidades de los equipos de gama baja, donde con software de características avanzadas y gran tamaño podría generarse un conflicto que ya ha sido padecido por usuarios de equipos de entrada basados en Android, lo que fue resuelto con la opción de traspasar información relevante de una app a la tarjeta microSD.
Una sutileza que causó un malentendido que dejó a un grupo de gente decepcionada, y que pone urgencia a que Microsoft anuncie las especificaciones mínimas que tendrán los fabricantes para crear los modelos más baratos que corran WP8.