La tiza de Capriles vs. El rifle de Chávez por @jdsolorzano

Hace unos pocos días el país entero observó al Presidente de la República trajeado con galas militares, luciendo su carácter marcial y hablando de los avances que ha tenido la nación en materia de tecnología militar, pero fue sorprendente ver a Hugo Chávez disertar sobre puerilidades y ni siquiera referirse, aunque sea por error, a los graves problemas de inseguridad, desempleo y alto costo de la vida que padecen los venezolanos.

La nación escuchó a un presidente que habla de independencia mientras miles de jóvenes desertan del sistema educativo, el presidente hace alusión a la independencia mientras que la delincuencia se apodera de las calles de Venezuela, pareciera que el Jefe del Estado vive en otras latitudes, luce como si entró en un mundo paralelo donde los problemas cotidianos de los venezolanos no existen o peor aún no los quiere ver ni admitir.

Mientras el Presidente Chávez hablaba de los rifles, granadas y aviones no tripulados que se están creando en el país, y ojo no estoy diciendo que sean malos o que esa iniciativa no sea plausible si Venezuela estuviese pasando una realidad diferente a la paupérrima que estamos enfrentando en la actualidad, el abanderado de la unidad democrática, Henrique Capriles Radonski, nos hace una referencia sobre lo vital de la educación y del progreso para todos los venezolanos, nos habla de futuro, de paz y de vida.

Los venezolanos se encuentran en una bifurcación de un lado el abanderado del continuismo, el paladín de la violencia y de ese rojo que enciende pasiones y bajos instintos, y por el otro un joven caminante que recorre todos los espacios de la patria llevando un mensaje de optimismo, de esperanza y de crecimiento colectivo. Los venezolanos están midiendo ambos mensajes, el de la guerra, el de la intimidación con rifle catatumbo al hombro  versus al mensaje de la educación como piedra angular para empezar el camino hacia la nueva Venezuela, esa donde todos entremos, esa donde el progreso sea nuestro Norte.

El presidente Chávez  pretende mezclar su “corazón venezolano” con un discurso guerrerista, con una batalla entre compatriotas, con una actitud de menoscabo a la paz y la tranquilidad nacional, pero el flaquito, en cambio con tiza en mano y pizarra de bienestar nos dibuja el camino hacia una nación de progreso, de desarrollo, de unidad para todos el pueblo por igual, nos dibuja la senda de calidad de vida, nos da la clase de cómo avanzar socialmente hacia esa  patria que todos queremos y anhelamos fervientemente.

 

Por: José Dionisio Solórzano / @jdsolorzano