En pleno recital, en el Palau Sant Jordi, y ante 24.000 espectadores, la neoyorquina vomitó en dos ocasiones y no abandonó el escenario.
La secuencia hizo recordar a la reciente descompostura de Justin Bieber en el primer concierto de su gira “Believe”, en Arizona el 29 de septiembre.
Lady Gaga se rió de lo vivido en Barcelona y publicó en su cuenta de Twitter: "Rezaba para que nadie se enterara, pero en realidad es algo de lo que podemos reírnos".