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Las consecuencias de pasar hambre para bajar de peso

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Todos asociamos las dietas para bajar de peso con comer menos. Y es que para adelgazar hay que consumir menos calorías. Sin embargo, cuando esta medida es llevada al extremo, corremos el riesgo de experimentar consecuencias indeseadas. ¿Quieres saber cuáles son?

comida

#1 Enlentecimiento del metabolismo

Nuestro cuerpo detecta cuando se producen cambios en la ingesta de calorías. Así, cuando esta disminuye drásticamente, nuestro organismo activa su mecanismo de protección. Se pregunta: ¿quién sabe cuándo vendrá la próxima comida? Y, entonces, comienza a almacenar las calorías y grasas a fin de sobrevivir. ¿Cuál es el resultado? Quemamos muchas menos calorías, independientemente de que estemos realizando actividad física, trabajando o durmiendo.

#2 Disminución de la serotonina

Además de enlentecer el funcionamiento de nuestro metabolismo, pasar hambre también hace que los niveles de serotonina bajen en picada. Este es el neurotransmisor responsable de generar las sensaciones de calma y satisfacción. Por ello, cuando la cantidad de serotonina disminuye nos solemos sentir agitados y de mal humor. Este estado de ánimo nos dificulta sentirnos motivados y alcanzar nuestras metas.

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Asimismo, este malestar generalizado nos impulsa a buscar el disfrute en la alimentación y hace que nos descarrilemos de la dieta, y empecemos a comer comida chatarra.

Por todo esto, es fundamental no dejar de lado el consumo de carbohidratos. Ellos mantienen nuestros niveles de serotonina estables y nos conceden la fortaleza emocional para no abandonar el buen camino.

#3 Más kilos

La combinación del enlentecimiento del metabolismo y de la disminución de los niveles de serotonina termina traduciéndose en la acumulación de grasa. De esta manera, nuestros esfuerzos por comer menos se desvanecen en la nada y, lejos de conseguir nuestros objetivos iniciales, obtenemos los resultados opuestos: kilos, kilos y más kilos.

Sigamos los consejos de la doctora Laura Pawlak: hagamos ejercicio y hagamos que nuestra dieta sea baja en grasas y rica en fibras. Y si tenemos hambre, comamos alguna fruta. No cometamos locuras, pues, tarde o temprano, nuestro cuerpo nos pasará factura.

[Fuente: imujer.com]

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