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He visto con mucha pena en las noticias, como a modo de negocio Leonardo Chirinos vendía al mejor postor de sus bolsillos, un partido político. Creyó que era uno de esos de maletín, sin marca, pulidito con crema de zapatos, de piel de cocodrilo acaso, sin principios ni valores ni siquiera en sus costuras, sin ningún tipo de militantes más que sus accionistas, sus propios interesados. Pero Leonardo se equivoco. Escuché sus argumentos sin fuerzas, escuché sus argumentos con precio, sus argumentos con verbo resentido, suyos, particulares, demostrando que no conoce la virtud, porque desilusionadamente, no se esforzó por dominar sus pasiones.
Con él, los otros prescindidos que estaban allí en ese momento, De Lima y su gran combo, se conforma ese hatajo de hombres que no pueden ser felices porque no son virtuosos y por efecto, no pueden hacer feliz a quien no lo sea, ni mucho menos defender al débil del más fuerte.
Un buen agente politizador, no es un hombre que se acompañe del vicio -entendiendo el vicio como el habito de contentar a su propio deseo- porque cuando no es satisfecho su deseo, toma el riesgo de caer en la desesperación y tomar decisiones que afecten al colectivo de su entorno, se viste con el egoísmo, se alimenta de su individualísimo interés, y el valor de las cosas gira en torno a que tanto sirve o no. En la Venezuela Futura no necesitamos de los políticos que se acostumbran a la política sin principios, a tener riquezas sin ningún tipo de esfuerzos, ni a decir que son sabios sin carácter, porque no hay cosa más vergonzosa para nosotros, que estos acomodados con responsabilidades colectivas ocupados primeramente de sus asuntos privados tomando decisiones sentados encima de los asuntos públicos. Luego de ver la noticia, les confieso que aún no puedo conseguir la palabra adecuada que me permita expresarles el tamaño de la codicia de estos desatinados actores.
Ahora bien, debo decirle al traidor de la fraternidad que lucha por la Libertad, si me esta leyendo: que nuestro sentido de la ética y de la justicia en esta valiente hazaña, estremece incluso a los mismos partidarios de la emancipación prudente del Gobierno de turno, y precisamente porque no le tememos a la prisión, ni a la pobreza ni a la muerte, nos hemos alzado como una noble petición de nuestros ancestros para luchar contra la tiranía, la de hoy y las que se atrevan a venir mañana, y en eso se nos va la vida como defensores de esta Patria.
En ese sentido, esta mueca hecha a la mensajera de la Libertad, con su acción poco considerada a la campaña mas admirable de todas, no por sus vicisitudes ni por sus cuestiones minúsculas, sino por lo que significa esta victoria para el futuro de la Nación, la consideramos un acto de prevaricación hacia los principios que enlazan a los hombres libres y de buenas costumbres, por lo que no son dignos de juramento alguno por ella, no son dignos del cobijo de su sombra, ni de la fuerza que emana para unir a los pueblos.
Por eso, advierto lo que García Urquiola, del partido Unión Democrática Renovadora, hubiera dicho ese mismo día “David de Lima esta ofreciendo oportunidades económicas a los que mejor lo necesiten” así que hagan como una vez lo dijo Confucio “antes de embarcarte en un viaje de venganza, cávense dos tumbas”
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Por: Roderick Navarro / @RoderickNavarro