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Nuestro estado Anzoátegui está situado en una posición envidiable dentro del territorio nacional en cuanto a regiones turísticas se refiere, debido a que posee mar, ríos, llanos y montañas que atraen tanto por su belleza como por su importancia geográfica. Por la parte noroeste pertenece a la cordillera central y por el extremo noreste a la cordillera oriental.
Aún cuando en el norte preferimos las playas, aquí predominan las llanuras y también hay las llamadas mesas, donde se acumulan sedimentos por surcos de escurrimiento de grava y arena.
Para conocer estos otros sitios interesantes, saliendo desde Barcelona hacia la zona centro sur del estado, después del conocido peaje Los Mesones, tomamos la autopista que nos llevará, sorteando los baches que podamos encontrar en el camino, hacia poblaciones tales como Barbacoas, San Mateo, Anaco, Cantaura, San Tomé, El Tigre.
En distintos sectores a lo largo de esta vía nacional se puede desayunar, almorzar y cenar deteniéndonos en los diversos tarantines que existen donde son muy populares las cachapas con cochino, pero también se puede degustar arepas y otras variedades.
En jurisdicción del Municipio Freites, después de pasar por Bajo Hondo se cruza a la izquierda para tomar la vía hacia el campo petrolero de SanTomé. Allí aproximadamente a 500 metros de la carretera, a mano izquierda, está una de las maravillas que tenemos en Venezuela, emblema turístico de la Mesa de Guanipa, conocida como Los Farallones de Chimire.
Estos impresionantes farallones son una especie de montañas de distintas dimensiones de hasta 30 metros los cuales destellan a lo lejos por el color rojizo de sus paredes resquebrajadas y erosionadas y se han convertido en sitio de sumo interés no solo para turistas, sino también para geólogos y otros profesionales interesados en el tema.
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Es un verdadero espectáculo contemplarlos en momentos del ocaso del sol cuando el sutil amarillito combina con el anaranjado de los farallones, el colorido resultado es indescriptible. Solo hay que mirarlo y gozarlo.
Debemos advertir que es recomendable viajar hasta allá en vehículos 4X4 para poder adentrarse en el intrincado terreno.
El momento es propicio para conocer las comunidades indígenas Kariñas que están asentadas en la mesa de Guanipa, en caseríos como Tascabaña, Kashama, Bajo Hondo y Mapiricure.
Los pobladores conservan su lengua nativa, sus tradiciones, bailan el Maremare, Akatompo, el Espuntón, se visten con coloridos trajes resaltando los tejidos de moriche y se dedican a la fabricación de casabe además de atender sus cultivos que varían en especie según la época del año.
Aproveche las venideras vacaciones escolares para conocer mejor, junto a familiares y amigos, el maravilloso estado en el cual vivimos.
Por: Gliceria Gil / @Glimargica