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En su primer día de gestión el presidente argentino Mauricio Macri analizó el viernes con el peronista Daniel Scioli, su rival en las elecciones, cómo encarar varios problemas que aquejan al país en el marco de una ronda de conversaciones con distintos opositores.
Scioli, quien como candidato presidencial del Frente para la Victoria perdió ante Macri la segunda vuelta electoral del 22 de noviembre, se reunió en la casa de gobierno el mandatario, que asumió el poder el jueves.
A la salida de la reunión Scioli dijo en conferencia de prensa que le transmitió al flamante mandatario su «espíritu constructivo en aspectos de la agenda de trabajo». El dirigente peronista indicó que uno de los desafíos es lograr la «descentralización de los recursos» fiscales para fortalecer las economías de las provincias y apuntó que la reunión que Macri mantendrá el sábado con los gobernadores ayudará a avanzar en ese tema.
Ambos dirigentes hablaron de las coincidencias que tuvieron en la campaña electoral «para trabajar en una agenda en el Congreso que permita encontrar soluciones concretas a los problemas».
Macri tendrá que lograr consensos en el Parlamento ya que el peronismo tiene mayoría en el Senado y es el bloque mayoritario en la Cámara de Diputados.
En la conversación se abordó además una reforma política que contemple un sistema electoral más moderno, la lucha contra el narcotráfico, la independencia de la justicia y la recuperación del crédito internacional.
Scioli dijo que otros desafíos son mejorar los ingresos de los jubilados y lograr que los trabajadores puedan mantener el poder adquisitivo con sus salarios.
«Hay que dar muestra de convivencia. Si en algún momento mi presencia puede contribuir a dar imagen de mayor confianza, allí me van a encontrar», señaló Scioli, quien durante su carrera política mostró un talante conciliador.
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Macri dijo tras jurar como presidente en el Congreso que pretende superar la etapa de confrontación política de la que responsabilizó a su antecesora y lograr la unidad de los argentinos.
Instó a todos los sectores «a aprender el arte del acuerdo» y dijo estar dispuesto a recibir «el aporte de todos… peronistas y antiperonistas».
El presidente tiene varios retos por delante: una inflación de al menos 27% anual, restricciones a la compra de dólares, retraso cambiario, estancamiento del crecimiento, un déficit fiscal superior al 7% del producto interno bruto y el litigio en Nueva York con los llamados «fondos buitres», inversionistas que han demandado al país por títulos impagos de deuda.
Macri también se reunirá el viernes con Sergio Massa, quien en la primera vuelta electoral logró 21% de los votos y es otro de los que se perfila como líder del peronismo opositor, y con la centroizquierdista Margarita Stolbizer, que también peleó por la presidencia. AP
