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Luego del progresivo aumento de varios alimentos y artículos de higiene personal, la dirigente política ha expresado su rechazo a estas medidas que perjudican a los más pobres del país.
“Con el cuentico del contrabando nos están imponiendo un paquetazo de aumentos nunca antes visto, esto sin pensar en los pobres de Venezuela. Si bien la congelación de precios por tanto tiempo no es sana para la economía, mucho menos lo es subir los precios hasta en un 300%, con un sueldo mínimo tan vergonzoso en medio de una inflación por las nubes”, expresó.
Bolívar considera que para hacer los ajustes económicos “el gobierno no se tocó el corazón, andan como locos queriendo obtener liquidez metiéndonos las manos en la cartera. De la electricidad pasaron a los pañales, shampo, luego al cloro, jabones, aceite, harina y viene el de la leche y la gasolina, mientras tanto el sueldo se diluye como se diluye la popularidad del presidente”, aseguró.
La excandidata presidencial responsabiliza al gobierno del malestar que vive la población no solo por la escasez, sino por la inseguridad, y el deterioro de la infraestructura del país. “Las carreteras están destruidas, la producción de viviendas esta parada por falta de materiales y ni hablar del sistema de alumbrado público (…), la llamada revolución solo ha servido para empobrecernos”.
Gabinete de bates quebrados
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Sobre los cambios de ministros anunciados por el presidente Nicolás Maduro el pasado martes, María Bolívar opinó que se trata de “una cortina de humos”, para entretener al pueblo. “Nos quieren hacer creer que se están tomando medidas políticas para solventar el desastre gubernamental, pero quedaron al descubierto cuando vimos que solo movió a dos o tres”.
Pidió a los venezolanos no dar importancia a los anuncios políticos que haga el gobierno, sino centrar la atención a los anuncios económicos. “Luego del teatro del martes terminaron su celebración riéndose de nosotros comiendo un menú de reyes en el Palacio de Miraflores rodeados de obras de arte, opulencia, y más de 800 agentes de seguridad y guardias; mientras el otro lado del país dormía pensando de donde sacra para comer, pagar las deudas, y como defenderse del hampa, en un país en el que los gobernantes se ríen del pobre”.
Fuente [Prensa María Bolívar]