Este gato se encontró con un visitante indeseado en su casa, un felino de peluche que no se movía pero que lo miraba fijamente.
El malvado tigre mientras recibía la paliza de parte de este gato que defendía su territorio, permanecía inmutable y seguía erguido.
No sabemos cuánto tiempo más tardó el gato en cansarse, pero de algo estamos seguros, defenderá con todo su hogar.