En estas líneas de hoy, expresamos nuestra humilde opinión sobre un tópico que siempre produce situaciones encontradas en la sociedad venezolana: son los llamados a diálogo que se hacen desde distintas posiciones políticas y,si bien es cierto que el diálogo es normal y necesario en una democracia normal, debemos entender que la nuestra no lo es.
Pudiéramos hacer recuento de varias ocasiones donde se intentó el diálogo desde la llamada “Mesa de Negociación y Acuerdos” en la primera década del 2000 y otros acercamientos que, a nuestro entender, fueron inútiles, porque nada cambió para bien. La respuesta al diálogo fue más presos políticos, más persecución a la iniciativa privada y ninguna acción importante frente a los grandes problemas de la nación. Hay que entender de una vez y por todas que el gobierno no es parte de la solución. EL GOBIERNO ES EL PROBLEMA. Lo es porque luce superado, en su capacidad de acción por una crisis generada por ellos mismo desde un modelo político-económico inviable que llenó de miseria a nuestro país. Hoy, preso de su discurso, no puede tomar las medidas necesarias para detener y superar la crisis. Eligieron el tortuoso camino de huir hacia adelante, profundizando un modelo inviable, corrupto e ineficiente por tratarlos con algo de respeto.
Por todas estas razones y más, que seguro tienen cada uno de nuestros lectores, es necesario concentrar nuestro esfuerzo en buscar la vía constitucional y política para cambiar ya al gobierno pero cambiar realmente. No sólo cambiar de color no es cambiar un Diosdado o un Nicolás por uno similar en nuestras filas ¡y válgame que los tenemos! Es armar un gobierno de Unidad Nacional real para afrontar la crisis sin caudillos, ni sectarismo partidistas; es ir al encuentro de ese venezolano que aún vota y cree en el PSUV, es enrolar en la propuesta del cambio a quienes, en los últimos procesos electorales, más que votar por nosotros, vota en contra del gobierno y entiéndase que este grupo es bastante numeroso,
Yo quiero encontrarme con Argelia Caraballo, vecina de toda la vida que vive como todos la crisis pero aún cree en la revolución, con su hijo, mi amigo de la infancia, Argenis, que es un cuadro del PSUV en mi comunidad pero que igual a todos, padece la crisis. Debemos entender que si no nos une nuestra manera de pensar y concebir la sociedad, por lo menos debe unirnos lo que padecemos y es que a nadie le preguntan en la cola del Auto Mercado “Central Guacuco” en qué partido milita. A nadie le preguntan antes de atracarlo, si es de Primero Justicia o del PSUV. Lo roban y punto.
Quien milita en la revolución o en el Cambio, pasa la misma penuria para conseguir una medicina y esa es la cruel realidad, esa realidad que es más fuerte que cualquier ideología o doctrina, más fuerte que cualquier líder, vivo o muerto.
¡Vamos juntos a construir esa gran mayoría! vamos a unirnos frente a las dificultades pero con la gente que hoy las padece, no con la cúpula corrupta que generó la crisis. Ellos tendrán que responder ante la justicia y la historia por lo que generaron…
Richard Fermín Prieto
@RichardFermin