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La renuncia del Papa Benedicto XVI aduciendo que ya no tiene fuerzas para seguir dirigiendo la Iglesia Católica a nivel mundial, es un acto de Humildad y valentía que lo ubica dentro del contexto de quienes creen que los cargos no son propiedad de nadie para aferrarse a ellos como una propiedad privada ni para traspasarlo a un familiar o un amigo al propio estilo de reinados, es un ejemplo que deben seguir muchos mandatarios que se creen la ultima Pepsicola en el desierto y que sin ellos las cosas no funcionarían.
Benedicto XVI, a pesar de estar muy lúcido mentalmente, ha dicho que ya no tiene fuerzas físicas para seguir al frente de la Iglesia Católica Universal a partir del próximo 28 de febrero, a las 8 de la noche cuando deje el cargo como Jefe del Estado Vaticano y pase a llamarse nuevamente el Cardenal Joseph Ratzinger, se retirará a monasterio ubicado en los jardines que están detrás de la Plaza de San Pedro en el Vaticano a descansar y a orar por la humanidad hasta que nuestro señor decida llevarse a su reino.
Cuando decimos que el gesto del Santo Padre debe ser ejemplo para otros jefes de estados, nos referimos al caso Cubano donde después de 50 años de dictadura y violación de los derechos humanos a la población, Fidel Castro cuando vio que no pudo mas con su cuerpo, decidió pasarle el cargo a su hermano Raúl, que en definitiva es la misma vaina, ya que Raúl tiene el mismo tiempo gobernando con su hermano y es cómplice de todos los crímenes cometidos por ese régimen.
En Venezuela el presidente Hugo Chávez tiene más de dos meses supuestamente hospitalizado en una clínica de Cuba, los voceros del gobierno chavista van y vienen de la Habana como si se tratara de un viaje en metro de Capitolio a Petare, afirmando que el presidente hace ejercicio, echa chistes, firma decretos para nombrar ministros, firma cartas para decir que no puede asistir a su juramentación como presidente electo y autoriza la devaluación del bolívar frente al dólar americano, pero desde el 8 de diciembre de 2012 y hasta la fecha, nadie lo ha visto ni escuchado.
Todos los funcionarios del régimen chavistas que dicen que hablan con el presidente venezolano, en las fotos que presentan solo aparecen con el dictador cubano, Raúl Castro y Chávez no está en ninguna de ellas. Lo último que Chávez le dijo a los venezolanos en cadena de radio y televisión el 8 de diciembre de 2012, fue que se iba a operar por cuarta vez en Cuba, y que si algo le ocurría que lo dejara inhabilitado para seguir gobernando, se aplicara la constitución nacional para que se realizaran nuevas elecciones y pedía a su gente que votara por Nicolás Maduro.
A estas alturas del juego, los venezolanos no sabemos dónde está el presidente Chávez, ni de su estado de salud. Un día el ministro de propaganda, Ernesto Villegas, dice que tiene complicaciones respiratorias y al día siguiente dice que la infección fue controlada. Un día Nicolás Maduro dice que el presidente trotó y al día siguiente dice que el paciente esta complicado. Hace una semana Fidel Castro dijo que Chávez se estaba recuperando, pero lo cierto de todo esto, es que los venezolanos no sabemos dónde está Chávez, ni que pasó en su cuarta operación del cáncer.
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La diferencia de Cuba con Venezuela, es que en Venezuela hay que realizar elecciones libres y democráticas para elegir nuevo presidente y no procede la designación de un hermano o de un amigo para suceder al presidente. En el caso del Vaticano, Su Santidad renuncia al cargo y se retira a un monasterio para que no piensen que quiere influir en el nombramiento de su sucesor.
Gerónimo Figueroa Figuera