Nuestra Óptica: «Producto Parra-Valencia hecho en socialismo», por @lodicetodo

La corrupción en la Alcaldía de Valencia cometida por Edgardo Parra y su hijo, donde un permiso para abrir una panadería-café en la zona turística de Valenciana, había que bajarse de la mula con mil millones de bolívares de los viejos o millón de los de ahora, era una melodía que cantaban en todas las esquinas de Valencia, pero que la gente de Luisa Ortega nunca quiso escuchar y cuando estaba en la radio o la televisión apagaban los aparatos y se tapaba los oídos.

Eso lo denunció el periodista Francisco “Pancho” Pérez, Edgardo Parra lo demandó por calumnia. En esa oportunidad Luisa Ortega en vez de investigar la denuncia del periodista Francisco “Pancho” Pérez por tratarse de bienes de la nación, le dio curso con mucha celeridad a la demanda de Edgardo Parra y el colega “Pancho” Pérez fue imputado por ofensa a funcionario público e injuria contra persona encargada de servicio público.

Al parecer una de las razones para pasarle factura y meter preso a Edgardo Parra, fue por haber financiado parte de la campaña interna del alcalde de Puerto Cabello, Rafael Lacava, cuando aspiró a la nominación interna para la gobernación de Carabobo y que Chávez lo regañó públicamente diciéndole que el candidato era Ameliach y punto. Así que la detención no es por corrupto porque la corrupción es uno de los valores del Partido Socialista Unido de Venezuela.

En los regímenes comunistas todo el que cae en “desgracia” es perseguido hasta destruirlo moral y físicamente. León Troski en la revolución bolchevique en Rusia era la mano derecha de Lenin y cuando este murió, y asumió el mando Stalin, fue perseguido por los agentes de la KGB Soviética por todo el mundo hasta que lo asesinaron en México. El Che Guevara y Camilo Cienfuego formaban parte de la troica que tomó el poder en Cuba cuando la guerrilla bajo de la Sierra Maestra. Camilo murió extrañamente en un accidente de helicóptero y el Che que fusiló 5 mil personas en un día, pero estaba con la línea de Mao en China, nunca recibió ayuda de Fidel ni del partido comunista boliviano para su guerrilla.

En Cuba también hubo el caso del comandante Huber Matos, quien antes de irse a la Sierra Maestra era maestro de escuela, y por no estar de acuerdo con el pacto que hizo Fidel Castro con los comunistas rusos, fue encarcelado por 20 años y luego expulsado de su país.

El caso de Edgardo Parra en la Alcaldía de Valencia no se puede ver como una víctima del régimen, porque está comprobado que entre él y su hijo cometieron fraude contra el patrimonio de los valencianos, eso es un pase de factura porque desde el gobierno del difunto ya se sabía que era corrupto. Seguramente Parra ya no seguía los lineamientos de la llamada revolución roja dictada desde Caracas o no repartió el botín entre los máximos jefes del régimen. El caso Parra es similar al de Aponte Aponte y Velázquez Alvaray que ya casi nadie los nombra.

Productos como el Parra-Valencia están regados por toda Venezuela, en los ministerios, Institutos autónomos como CVG y Sidor, gobernaciones y alcaldías donde gobiernan los rojos rojitos, pero que la Fiscal Luisa Ortega Diaz no investiga, por estar mas pendiente de conseguir el diputado 99 allanando inmunidad parlamentaria para la habilitante de Maduro que investigar y meter preso a los corruptos que hoy son multimillonarios, pero que ayer no tenían donde caerse muertos.

Así que Diosdado Cabello, jefe del Psuv y Presidente de la Asamblea Nacional, quien además tiene varias denuncias pendientes de presunta corrupción cuando fue gobernador del estado Miranda y que Luisa Ortega no ha querido investigar, por mucho que lo niegue queriendo tapar el sol con un dedo, no puede negar que el producto Parra-Valencia, al igual que Aponte Aponte y Velázquez Alvaray, pertenecen a la Casa Matriz del Socialismo del Siglo XXI.

@lodicetodo / Gerónimo Figueroa Figuera