Un pequeño potrillo que fue abandonado por su madre encontró consuelo en un oso de peluche que adoptó como propio. Un campesino encontró al animal vagando por las colinas solo horas después de haber nacido.
Cuando fue rescatado por un grupo de expertos en caballos ya se había desplomado, estaba en shock y deshidratado. Ellos se encargaron de curarlo y pronto se dieron cuenta que estaba deprimido porque le faltaba su madre a la hora de dormir, ya que no tenía dónde acurrucarse, una práctica muy común en los potrillos, así lo destaca el portal web minutouno.com
Por ese motivo le dieron un oso de peluche, que el animal adoptó como propio y pasó a sentirse, según explican los expertos, mucho mejor.
Syra Bowden, uno de los encargados en curar a Briza, nombre que le pusieron, explicó que este tipo de animales son como bebés humanos y necesitan de ese confort que le terminó brindando el oso de peluche.