Internet, la piratería y los reproductores de mp3 acabaron con las ventas de discos. Ese ya no es el negocio de los músicos.
La vía tradicional para generar ingresos sigue siendo la carretera: salir a hacer conciertos. Pero también la publicidad, los eventos, el patrocinio directo, los compromisos con productos y hasta la generación de líneas de joyería, perfumes y ropa. La música termina siendo un elemento más en un portafolio de opciones.
Las grandes estrellas de la música se adaptan a los nuevos tiempos: conciertos, publicidad, perfumes y ropa es parte de su negocio.
[Fuente: efectonaim.net]