Técnicas para lograr que ella se desnude más rápido

Vamos a aceptarlo, muchas mujeres no se sienten del todo cómodas con dar el primer paso ese momento inicial en que ambos se encuentran solos en un lugar privado. Ya sea porque es tímida o porque le gusta “hacerse la difícil”, siempre necesitarás tomar el control de la situación.

Ya dijiste todas las cosas que tienes que decir y… nada. Es entonces el momento de que hagas un esfuerzo extra para que ella pueda dar ese paso que empiece toda la diversión.

Aquí los mejores consejos para hacer que ella se desnude más rápido. Te prometemos que funcionará.

1. Desnúdate tú mismo
Si te quitas el 80 % de la ropa bajo cualquier excusa (el calor, la humedad, el perro me saltó encima de la emoción y me ensució la franela… en fin, sé creativo) le darás el valor necesario para hacer lo mismo y despertarás su curiosidad por tu cuerpo, liberando la tensión sexual.

En vez de tratar de desnudarla, comienza por ti mismo. Ella no se opondrá automáticamente y así consigues una buena oportunidad para romper el hielo.

2. Sube –o baja- la temperatura

Si hace calor, ella se sentirá más cómoda con menos ropa. Pero, si hace más frío, ella estará a gusto acerándose a ti (la temperatura corporal de los hombres es, en promedio, más alta que la de las mujeres) y compartiendo una manta.

Cualquiera de las dos opciones hará que ambos se desnuden en algún punto.

3. Sé audaz
¿Qué queremos decirte con eso? Simplemente que, al final, cuando pisamos el terreno de los instintos básicos y del deseo, ser muy “respetuoso” no te va a ayudar mucho.

4. Apela al cansancio físico

Ella tendrá muchas más ganas de estar desnuda luego de una sesión de entrenamiento, una excursión fuera de la ciudad (en la montaña, por ejemplo) o una salida a la playa.

Planifica algo que los haga pasar un buen y caluroso rato juntos y luego invítala a conocer tu casa… probablemente terminen compartiendo la ducha. Solo asegúrate de que tu baño esté limpio y que tus toallas sean decentes.

5. Sé El Hombre

La astucia de la que te hablamos en el punto 3 vale en los momentos de tensión sexual, como esos minutos que preceden al juego previo, valga la redundancia. No obstante, cuando la invitas a tu casa debes ser atento con ella y dosificar muy bien tus movimientos de seducción. Recuerda que a muchas mujeres les gusta sentir que la están cortejando. Ella sabe muy bien hacia dónde quieres llegar, pero no por eso puedes saltar sin antesala -esa primera vez- a ponerte el preservativo y desabrocharle el sostén. Un movimiento demasiado brusco o apresurado hará que ella salga a llamar un taxi. No te comportes como un adolescente, sé El Hombre.

Esfuérzate por crear una atmósfera íntima, sírvele una copa de vino (algunos clichés siempre funcionan) y haz que los hechos se desencadenen suavemente. Cuando menos te des cuenta, ambos estarán abrazados “como Dios los trajo al mundo”.

[Fuente: untiposerio.com]