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Un cáncer de melanoma maligno provocó que Carrie Steele (54) busque alternativas como el beber su propia orina.
“Carrie asegura que logró vencer los dolores producidos por un aneurisma cerebral tomando por día su propia orina”, según el diario The Sun.
Residente en Colorado, Estados Unidos, consiguió por medio de terapias alternativas, que se redujera el melanoma que sufría. Pero en el año 2006 le fue diagnosticado un aneurisma cerebral.
“Estuvo durante dos años luchando contra los dolores de cabeza y con miedo a que el cáncer volviera, y decidió empezar una terapia radical con orina después de haber tenido un sueño que le indicó el camino a seguir”, agrega el diario.
“Así fue, de esta manera, que Carrie empezó a tomar un vaso de orina diario. En 30 días, los terribles dolores de cabeza desaparecieron. Y el cáncer no volvió, incluso sin tomar medicamentos desde 2008”.
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“Carrie confesó que: ’A veces es salada, a veces tiene gusto a champagne. Ummmm, a veces con un poco a sabor de limón’”.