Yuca Amarga: "¿Chávez nuestro?" Por @Emilio_Guzman - Lea Noticias

Yuca Amarga: «¿Chávez nuestro?» Por @Emilio_Guzman

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Emilio_Guzman @Emilio_GuzmanLa reciente manifestación de idolatría del chavismo, en medio de lo que ellos llaman el congreso ideológico, más que un fusilamiento a la sagrada oración, es una ofensa a Dios y por ende a todos los que profesamos la fe cristiana; los llamados revolucionarios en Venezuela han querido hacer ver al fallecido Hugo Chávez como el sucesor de Simón Bolívar y aunque es una absurda comparación, si le quieren buscar similitudes con Bolívar, Napoleón, Michael Jackson o Maradona que lo hagan, pero jugar a ver quién “jala más bolas” involucrando la oración cristiana elaborada por Jesús de Nazaret según relatan los evangelios de Mateo (Mt 6:9-13) y de Lucas (Lc 11:1-4), es pecado y punto.

El padrenuestro es considerado la oración cristiana común por excelencia por las confesiones para la Iglesia católica, las Iglesias protestantes y la Iglesia ortodoxa, consta de siete peticiones, primera: Santificado sea tu nombre, según los cristianos que abrazan el catolicismo al pedir que santificado sea tu nombre los hombres entran en el plan de Dios: la santificación de su Nombre, que fue revelado a Moisés y después revelado en Jesús. Segunda: Venga a nosotros tu Reino. La Iglesia tiene presente el regreso de Cristo y la venida definitiva del Reino de Dios. Tercera: Hágase tu voluntad en la Tierra como en el Cielo. En esta tercera petición los cristianos católicos ruegan al Padre que una la voluntad de los hombres a la voluntad de su Hijo para llevar a cabo el plan de Salvación en la vida del mundo. Cuarta: Danos hoy nuestro pan de cada día, según el cristianismo católico, hay tres interpretaciones acerca de lo que es el pan de cada día: el sustento material, la palabra de Dios y el Cuerpo de Cristo en el Sacramento de la Eucaristía, en esta petición los cristianos consideran que se pide alimento para el hombre integral, es decir, para el cuerpo y alma que son inseparables. Quinta petición: Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, se implora a la misericordia divina, la cual no se puede recibir si no se perdona a los enemigos propios como Jesús lo hizo en la Cruz Lc 23:34 «Jesús decía: ‘Padre perdónalos, porque no saben lo que hacen. Sexta petición: No nos dejes caer en tentación, los católicos piden aquí a Dios que los aleje de los caminos que los puedan conducir al pecado. Se implora al Espíritu Santo que dé discernimiento y fuerza, como Jesús las tuvo al ser tentado en el desierto Mateo 4:1-11. Séptima petición: Y líbranos del mal, En el texto de (Salmos 116:4) se lee: ¡Libra, oh Eterno, mi vida!. Aquí se pide a Dios que quite las dificultades del camino del creyente, esta petición coincide con la que Jesús hace en el padre nuestro.

Del uso de la palabra Amén, para concluir la oración, san Cirilo de Jerusalén dijo en su Catecismo Místico: Después de terminada la oración, dices: Amén, refrendando por medio de este Amén, que significa «Así sea» Lc 1:38, lo que contiene la oración que Dios nos enseñó.

Con estas cosas no se juegan, es bueno recordar que luego a la maldición de Israel el cambio en la vida y la trágica muerte que recibiera el hombre “fuerte de la revolución” Hugo Chávez, quien cambio su forma engreída, majadera y déspota de decir las cosas, a decirlas como un ser arrepentido, un humilde enfermo de cáncer que se desgastó ante los ojos de todos; los inmortales no existen, basta con recordar la frase: “Patria, Socialismo o Muerte” usada por el difunto cuando estaba inflado de poder en miles de oportunidades, para luego cambiarla clamando por su vida, de allí arriba llego el castigo, de que sirvió la división al país? Que beneficios dejó los acuerdos internacionales en la economía venezolana? Cuál es el verdadero legado? , Chávez quedo inflado, más bien hinchado y son las imágenes televisivas que recordamos, un Chávez deforme casi putrefacto por los efectos de la metástasis cancerígena.

Los que creyeron y quieren a Chávez deberian dejarlo descansar en paz, Chávez no es nuestro, únicamente DIOS es nuestro.

Por Emilio Guzmán Rojas

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